por Carolina Herrera | May 1, 2019 | Uncategorized
por Cristina Ramos, Psicopedagoga y Arteterapeuta.
Trabajar la rabia en sesiones de Arteterapia es una demanda que tienen muchos pacientes en la consulta. Cada vez más, y a medida que avanzamos en la alfabetización emocional, es decir, en el reconocimiento de las propias emociones, las personas se dan cuenta de la necesidad que tienen de elaborar estos sentimientos. Algunas personas tienden a ocultar los sentimientos de irritación o cólera, ya que socialmente no es aceptado, especialmente en las mujeres.
En la consulta es común escuchar a pacientes decir que cuando se enfadan intentan mirar para otro lado, que han aprendido a callarse o directamente, que se tragan la rabia, pero ¿Podemos hacer desaparecer una emoción tan movilizadora e intensa como la rabia? ¿Es posible dejar de sentir algo por muy poco deseable que sea? La respuesta es negativa.
Al igual que el resto de emociones primarias, la ira es una emoción cuya principal función es la adaptativa, esto significa que si la experimentamos es porque nos ayuda a sobrevivir y más aún, a adaptarnos al medio al que formamos parte. Una de las funciones principales de la ira es la infusión de energía renovada que facilita la defensa y permite a las personas la conseguir las metas deseadas. A menudo, es necesario contactar con la rabia y el enfado tras una experiencia frustrante, para poder poner en marcha acciones de cambio que nos generen bienestar. Por ello, es importante poder contactar con esta emoción, preferiblemente de manera controlada y acompañados, ya que, experimentar ira, puede inclinar a la agresividad, aunque no conduce a ella forzosamente.
Según Francisco Javier Dominguez Sánchez, profesor de Psicología de la UNED, La ira es el sentimiento que emerge cuando la persona se ve sometida a situaciones que le producen frustración o que resultan aversivas. Se plantea como un proceso reanimador que acelera a la acción interrumpiendo los procesos cognitivos que se hallan en curso, centrando la atención y la expresión de afectos negativos en el agente que la instiga y actuando corno defensa en situaciones que comprometen la integridad física o la autoimagen y la propia estima. (Dominguez, 2010 , pág. 317)
Contactar con la ira puede llevarnos a actuar sobre aquello que nos causa la emoción, pero también sobre el control de la propia emoción, permitiéndonos hacer una gestión más saludable en cada contacto.
La creación desde la rabia es de gran potencial ya que es una de las emociones que produce mayor nivel de activación fisiológica y por tanto más movilizadora, las sensaciones que experimentamos en el organismo son: desagrado, estado de alta activación o una conducta poco reflexiva. El tono muscular es más elevado, se incrementa el ritmo respiratorio y la presión sanguínea. Las obras de arte que se producen desde la rabia permiten la representación mediante figuras y formas, texturas de mayor intensidad, favoreciendo la posterior relajación lo que nos lleva a adquirir mayor conciencia de la alteración que hemos experimentado y por tanto permite la reflexión de lo vivido si se hace en un entorno destinado a ello.
Cuando las personas crean desde la ira, tienen la oportunidad de vislumbrar aspectos de su personalidad que a menudo están contenidos o acallados, o que por el contrario, se escapan de manera incontrolada, impidiendo la toma de conciencia sobre las causas que la generan.
Una buena intervención arteterapéutica para elaborar los sentimientos de enfado o frustración es a través del trabajo con la rabia. Al ofrecer a las personas un espacio para liberar su rabia, estamos acogiéndolas en toda su complejidad, permitiendo la integración de los aspectos más enredados de su psiquismo, favoreciendo la reconciliación con las sombras para poder definir la escala de grises.
Trabajar la rabia desde arteterapiaFrecuentemente las personas necesitan acompañamiento y guía para poder acercarse a esta emoción ya que hacerlo de una manera no controlada puede generar mucho malestar y en ocasiones ser contraproducente. Por ello hay que establecer límites seguros y definidos, especificar lo que vamos a hacer y lo que no debemos hacer en el espacio de manera muy clara y firme. Así mismo, nuestra presencia durante el proceso es fundamental para ayudar a la persona a afrontar el presente y evitar que se queden instaurados en la vivencia de experiencias pasadas.
Las técnicas que empleemos deben ser de iconicidad mínima y es recomendable apostar por materiales que favorezcan la estimulación sensorial. En personas que han vivenciado experiencias traumáticas el trabajo con imágenes puede ser muy confrontador y debemos valorar si nuestros pacientes están preparados para un acercamiento tan directo.
El uso de materiales efímeros como la arena, la arcilla o incluso e agua, puede permitir una experiencia movilizadora pero que no deja una huella demasiado encarnada, permitiendo a la persona contactar con el presente tras haber liberado la intensidad necesaria a menudo encerrada en el inconsciente.
Elaborar la rabia con arteterapia puede ayudar a las personas a ser más conscientes de su potencial de cambio y así permitir la puesta en marcha de estrategias de resolución de aquellos conflictos que impiden disfrutar de una mayor salud y bienestar.
Fuente: centta.es
por Carolina Herrera | Abr 24, 2019 | Uncategorized
Nunca ha sido tan fácil conectarnos con los que tenemos lejos; quizá por eso las relaciones a distancia se multiplican. Presentan desafíos particulares pero, si los franqueamos, el vínculo de pareja puede salir reforzado.
1. Virtual no es lo mismo que ficticio
Las relaciones a distancia no son nuevas pero sí es nuevo que sean altamente dependientes de la tecnología. Es a través de esos canales por los que circulan la mayoría de los encuentros e intercambios. Pero hay que diferenciar virtual de ficticio: los encuentros virtuales pueden no ser corpóreos, pero son verdaderos.
Démosle el valor que tienen, puesto que tienen capacidad de despertarnos sentimientos y transformarnos, del mismo modo en que lo hacen los encuentros cara a cara. Las citas virtuales son tan importantes e imprescindibles como las citas cuerpo a cuerpo.
2. Reforzar los lazos íntimos
Los encuentros virtuales ofrecen una ventaja de oro frente a los corporales: al saber que la comunicación es limitada, la aprovechamos más. Según un estudio publicado en Journal of Communication, cuando el grado de sincronización que alcanzan estas parejas al comunicarse es alta y la calidad de las comunicaciones es buena, se pueden establecer lazos más íntimos que los que se dan en una relación normal. Así pues, exprimamos al máximo esos encuentros para salir reforzados.
3. Dejar un lugar para el sexting
Un escollo que no pueden salvar las parejas que viven separadas es la falta de sexo. No obstante, las nuevas tecnologías ofrecen también mil opciones para practicar sexo online o sexting, envío de mensajes sexuales. Este sexo no tiene por qué ser menos placentero y, en realidad, ofrece la oportunidad de explorar nuestras fantasías más íntimas y de aprender sobre lo que excita a la pareja.
Guiar a la otra persona para que busque sus puntos de placer, enseñar cómo nos autocomplacemos, mostrar nuestro cuerpo… Hay que sacudirse el pudor y entregarse a estos juegos.
4. Organizar… pero también improvisar
Sobre todo si las dos personas se encuentran en diferentes zonas horarias, conviene acordar qué días o a qué horas sería más fácil comunicarse. Esto es importante para no perder tiempo a diario en la organización de las citas y terminar sufriendo de la infame sentencia: “Lo urgente no deja tiempo para lo importante”.
Sin embargo, sería preferible no establecer un horario rígido e inflexible. Hay que dejar algo de lugar a la improvisación. Si todas las interacciones son pautadas y agendadas, la relación puede terminar transformándose en una obligación, y eso puede acabar pasando factura a la pareja.
5. Compartir detalles de lo cotidiano
Podemos estar tentados de aprovechar las comunicaciones para explicarnos solo las noticias importantes. Sin embargo, no hay que olvidar que una gran parte de la vida en pareja consiste en compartir las cosas nimias de todos los días.
Y aunque las relaciones a distancia no dejan lugar para tomar un café juntos, visitar una exposición o ir al cine, eso no quita que no podamos compartir esas experiencias banales. Por ejemplo, podemos explicarnos qué nos ha gustado más de una exposición, servirnos un café los dos mientras hablamos o incluso ver una película o serie al mismo tiempo desde dos lugares distintos y comentarla en tiempo real.
6. Controlar los celos infundados
Un fantasma habitual en las relaciones a distancia es que no se controla del todo qué hace o cómo vive la otra persona. Es la situación ideal para que, si alguien tiene tendencia a sufrir celos, estos afloren. Es fundamental aprender a confiar en nuestro compañero y trabajar en el respeto mutuo.
Intentar controlar lo que el otro hace a través de las redes sociales es una mala estrategia: rápidamente nuestra pareja nos empezará a percibir con un “ojo espía” o un control policial.
7. Planificar encuentros eventuales
¿Hasta qué punto son necesarios los encuentros físicos y cada cuánto? Cada pareja debe establecer cuántas veces necesitan verse al año para que la relación fluya sin percibir carencias afectivas. Puede ocurrir que para uno de los integrantes de la pareja los encuentros sean más imprescindibles: hay que negociar y llegar a un acuerdo.
Además, conviene optar por la practicidad. Por ejemplo, si la distancia entre las dos personas es muy amplia, se pueden citar en un punto intermedio para facilitar las cosas.
8. Revisar nuestros acuerdos
Las relaciones a distancia no son ni mucho menos estáticas. Pueden progresar con el paso de los meses, tal como ocurre en el caso de una pareja que convive en una misma casa. Las circunstancias personales de cada uno pueden cambiar (por ejemplo, un exceso de trabajo puede repercutir en el tiempo que se dispone para comunicarse) y también pueden evolucionar las necesidades afectivas.
Conviene evaluar la relación de vez en cuando y negociar los acuerdos si es necesario, adaptándose a los nuevos escenarios que se vayan presentando.
9. Ignorar los juicios de valor
Las personas que mantienen relaciones a distancia reciben muchas críticas y son animadas constantemente a abandonar.
No hay que perder de vista que aquellos que no comprenden cómo funciona una relación a distancia tienen tendencia a juzgar. No hay que prestar atención a estos comentarios. Si lo que la relación brinda es satisfactorio para ambos, la mirada reprobatoria de los demás no debe ser un condicionante.
Fuente: cuerpomente.com
por Carolina Herrera | Abr 17, 2019 | Uncategorized
Por Carolina Sances, psicóloga infanto-juvenil
De las situaciones familiares más comunes que veo en mi trabajo, la separación de los papás está dentro de las más dolorosas. Cada vez que escucho estas historias me vuelven a conmover la tristeza, la culpa, la rabia, la impotencia y el dolor que veo en los ojos de quien tomó la decisión, en los de quien fue “informado” por su pareja que ya no seguirían un camino común y, sobre todo, en los de los hijos.
Quienes hemos pasado por el duelo de una separación, sabemos lo doloroso que es ver sufrir a los hijos por una decisión que no les pertenece y que, por más que intentemos explicarles, poco entenderán, por lo menos mientras sean niños o adolescentes. ¿Cómo ser capaz de explicarle a un(a) hij@ la situación, si puede ser que ni siquiera los adultos comprendamos bien lo que estamos viviendo?, ¿cómo darle la certeza de que hay algunas relaciones de amor que pueden romperse, pero que la nuestra con él/ella, jamás se romperá?, ¿cómo devolverle la tranquilidad y estructura cotidiana, si después de una separación, muchas veces nosotros mismos no sabemos cómo reorganizar y reconstruir nuestras vidas?, ¿cómo seguir siendo una figura segura, confiable y estable para él/ella, si por dentro nos invade la sensación de miedo e incertidumbre?, ¿cómo estar lo suficientemente presente en este momento doloroso de su vida, si ya no vivo con él/ella o si ahora debo trabajar más para paliar los efectos económicos de la separación?, ¿cómo lograr relacionarme con mi ex pareja, con quien tenemos tantos conflictos y llegar a acuerdos que beneficien a nuestr@ hij@?
En fin, son muchas las preguntas que nos hacemos y que sólo con mucho esfuerzo y la perspectiva que da el paso del tiempo, vamos siendo capaces de responder con mayor o menor dificultad, porque además, cada una de estas preguntas adquieren un matiz distinto dependiendo de la edad que tengan nuestros hijos en el momento de la separación.
Es así como en el caso de l@s hij@s adolescentes, esta crisis adquiere matices particulares a los que debemos estar atentos. El principal es que están viviendo una etapa donde la tarea fundamental es la construcción de la propia identidad (ver articulo Intensamente: cómo piensan y sienten los adolescentes), por lo que se tornan urgentes las preguntas acerca de quién soy, cómo me ven los otros y cómo me diferencio y me relaciono con ellos, quién soy yo en este colegio, en este grupo de amigos, con respeto a mis hermanos, en ésta determinada familia y frente a estos padres.
Al ser un aspecto muy vulnerable en ell@s y a la vez muy influenciable por el contexto, es común que luego de la separación de sus padres, experimenten una sensación de sacudida de su identidad y de gran confusión, al modificarse una de las brújulas que orientan su proceso de identificación.
Pero cada historia es distinta, por lo que no podemos hablar de “los separados”, “los hijos de padres separados” y menos de “los efectos sobre los hijos”, de forma genérica, porque las repercusiones que ésta tenga dependerán de múltiples variables.
Sin embargo, se ha demostrado que la variable más influyente en las dificultades que pueden tener los hijos, es el grado de conflicto que exista entre los padres antes y después de la separación, considerando su intensidad, frecuencia y la forma como éstos se resuelven y se expresan. Es esto lo que marca la diferencia entre que una separación sea solamente una crisis vital o sea una situación traumática para los hijos.
Por lo demás, hoy sabemos que es realmente posible ayudarlos a irse adaptando de mejor manera al proceso de separación e incluso, salir fortalecidos emocionalmente de éste.
A continuación les comparto algunas ideas que pueden dar luces acerca de lo que deberíamos estar atentos en un proceso de separación, contribuyendo así a un duelo más sano en nuestros hijos adolescentes pero, con ciertos matices, se pueden aplicar perfectamente a niños más pequeños:
- EVITAR ABSOLUTAMENTE INVOLUCRAR A LOS HIJOS EN EL CONFLICTO ENTRE LOS PADRES: Esto implica no usar a l@s hij@s como mensajeros, ni como armas para expresar nuestra rabia contra el otro, no emitir juicios descalificatorios respecto del otro padre delante de los hijos, no discutir delante ellos, en fin, puede sonar un poco obvio, pero en medio de la rabia, el estrés, los conflicto no resueltos y las complejas historias que implican una separación, podemos caer en esto bastante fácilmente.
- OJO CON HACER COMO SI SE SIGUIERA SIENDO UNA FAMILIA INTACTA: En ocasiones los padres separados intentan mantener la vida familiar como si nada hubiera pasado, como manera de disminuir el impacto de la separación sobre sus hijos, sin embargo, esto puede crear falsas expectativas en los hijos y escenarios confusos para ellos. Con lo doloroso que pueda resultar, marcar la separación como un hecho real, los ayudará a adaptarse a su nueva vida y a abrirse a la posibilidad de una nueva forma de ser familia. Por otra parte, con el paso del tiempo, lo más probable es que aparezcan en el escenario las nuevas parejas de los padres, con lo que necesariamente se “marcará” la separación de una manera quizá más conflictiva y difícil de manejar.
- GENERAR LA MENOR CANTIDAD DE CAMBIOS POSIBLES: Al menos durante el primer año, es recomendable tratar de no generar otros cambios en la vida de nuestr@ hij@ adolescente, procurando que pueda mantener las relaciones con amigos, familiares, vecinos, colegio, centros deportivos, etc., de manera que no se desestabilicen otras áreas de su vida, para que sigan alimentando y manteniendo su proceso de construcción de identidad.
- TENER UN ESPACIO PERSONAL EN LA CASA DE AMBOS PADRES: para los adolescentes su pieza y su espacio privado es fundamental, por lo que se recomienda que siempre haya un lugar especial para ellos en la casa de ambos padres. Evitar que sea la pieza de alojados, sino que un espacio decorado a su gusto y que le permita sentir ambas casas, como realmente propias.
- OJO CON LA MADUREZ EXPRESS: Es bastante común que algunos adolescentes muestren una sobreadaptación en un principio, mostrándose por ejemplo, comprensivos y apoyadores con alguno de los padres durante las crisis. Es como si presentaran una brusca e inesperada madurez, que puede hacer pensar que la situación no les afectó demasiado. No obstante, se ha observado que quienes presentan estas reacciones, en algún momento en el mediano plazo, muestran dificultades ya sea emocionales, académicas o conductuales. Y es que si bien los adolescentes pueden ser más capaces que los niños de comprender las razones de sus padres para tomar la decisión de separarse, es normal e incluso saludable que por lo menos temporalmente, presenten algún tipo de alteración, ya sea emocional, conductual y/o bajas en el rendimiento escolar.
- ACUERDOS EN LA CRIANZA: Este puede ser uno de los puntos más difíciles, porque no solamente implica ponerse de acuerdo con alguien con quien es probable que tengamos muchos conflictos, sino que también asumir que, en la medida que cada uno de los padres vaya construyendo su propia vida de manera independiente, también irá ejerciendo su propia forma de ser padre. Esto requiere cierta flexibilidad, porque seguramente habrá cosas con las que no estaremos de acuerdo, pero por lo menos en los aspectos más importantes de la crianza, es necesario tener como meta llegar a acuerdos para se tenga una orientación común.
- LA IMPORTANCIA DE LA RECUPERACIÓN DE LOS PADRES: Esto tiene una gran relevancia en la evolución que tengan sus hijos. Con esto me refiero a la recuperación emocional de ambos, a que el padre que se fue de la casa encuentre un lugar más definitivo donde vivir, a que ambos reorganicen sus rutinas, en fin, que ambos sean capaces de recuperar su autoimagen, su autoestima y reconstruir sus vidas. Reconocer genuinamente que gran parte de nuestro bienestar depende del de nuestros hijos y que gran parte del de ellos, depende del nuestro, nos podrá inyectar energías para rehacer nuestras vidas e ir avanzando en el duelo y si vemos que nos está costando mas de la cuenta, buscar ayuda profesional puede ser muy recomendable.
Fuente: mamadre.cl
por Carolina Herrera | Abr 10, 2019 | Uncategorized
¿Sabes qué son las personas vitamina? En este artículo hablo sobre sus características y todos los beneficios que aporta rodearte de estas personas opuestas a las personas tóxicas.
Encarni Muñoz Psicoterapia
Mucha gente habla sobre las personas tóxicas, de hecho, el término se ha hecho tremendamente famoso. No obstante, no se habla tanto de las personas vitamina, que es el opuesto a las personas tóxicas.
¿Qué son las personas vitamina?
Son esas personas que trasmiten buena energía, que te recargan el ánimo y que cuando vuelves para casa llegas con mucho mejor humor, más positivo/a y entusiasta, con ganas de comerte el mundo y con agujetas en la mandíbula de reír.
Y no es que solamente se haga broma y se hable desde el humor, también se pueden exponer problemas y situaciones tensas, pero el resultado es ver la vida desde un punto de vista más optimista y resolutivo y no desde la queja y el recrearse en ella.
¿Cómo saber si eres una persona vitamina?
Las personas vitamina tienen una manera de ver la vida determinada, apreciando unos valores y actitudes frente a la vida concretas:
- Escucha activa y empatía: Estas personas son capaces de quedar contigo y estar todo el tiempo escuchándote y entendiendo lo que le explicas sin acaparar ellas ese rato. Son capaces de entender las necesidades y los momentos. Ese café no se convierte nunca en una pelea por ver quien habla más o la típica frase “pues a mí…”
- Capacidad resolutiva: Frente a los problemas proponen soluciones. Se escucha la situación pero evitan recrearse y que te recrees en el problema. Te ayudan a salir de ese pozo de la queja y se centran en la búsqueda de soluciones.
- Optimismo: La tendencia es a ver el vaso medio lleno siempre y a hacer fuerzas de flaqueza. Tienen la capacidad de ver el lado positivo de todo y ante la adversidad, nunca dramatizan ni te hacen dramatizar. Te ayudan a ver la parte buena o a buscar el aprendizaje de cada situación vivida, de cada error y de cada experiencia.
- Sentido del humor: Las carcajadas con las personas vitamina están aseguradas. Quedar con ellas se convierte en pasarlo bien la mayor parte del tiempo. Se utiliza el humor, se hacen bromas (no pesadas), se habla de lo bueno y lo bonito de la vida, tienen y te trasladan una energía positiva que se va contagiando por donde vas, se recargan las pilas y disfrutas de los momentos degustándolos pro completo.
- Evitación de la crítica a los demás: El foco no se pone en los otros. Así como las personas tóxicas necesitan sentirse por encima de los demás y critican a todo el mundo para sentirse mejor con ellas mismas, las personas vitamina nunca harán eso. No quiere decir que no critiquen nunca ni se quejen, también tienen derecho a hacerlo, pero no se centrarán en criticar a los demás como su deporte nacional.
- Viven el presente: Recrearse en lo que pasó y ya no se puede cambiar no sirve para nada, del mismo modo que no se puede hacer nada con el futuro que aún no ha llegado y no se puede actuar en él. Las personas vitamina lo saben y viven el presente intensamente.
¿Qué beneficios aporta ser y/o rodearse de personas vitamina?
- Mejora el estado de ánimo y la salud: Está demostrado científicamente que reírse cada día hace tener una mejor calidad de vida, previene enfermedades cardiovasculares y trastornos psicológicos. Si te rodeas de personas vitamina tus días serán más divertidos y alegres, y por tanto, tu estado de ánimo general se acabará contagiando de ello.
- Ayudan a ser más resolutivos: Recrearse en los problemas no es la solución. Una cosa es desahogarse, lo cual está bien, pero una vez expresados dichos problemas, hay que buscar soluciones y alternativas para mejorar la situación. Además, aprendes a poner el foco en ti y no en los demás. Tendemos a compararnos con los demás y es fácil salir perdiendo porque siempre habrá alguien que sea más hábil o mejor que nosotros en algo. Por tanto, es mejor centrarse en uno mismo, compararse con uno mismo en otros momentos de la vida, ponerse retos y valorar los pasos logrados.
- Te sirven de referente para trabajar el optimismo: El pesimismo no sirve para nada. Hay quien cree que te previene y te prepara para lo malo, pero no es cierto. Cuando suceden cosas negativas te entristeces igual, así que es mejor pensar que las cosas pueden ir bien porque como mínimo, el tiempo de incertidumbre lo vivirás mejor, tu mentalidad y tu predisposición hará que seas más proactivo y el resultado generalmente es mejor que si tu actitud frente a la vida es pesimista. No es nada mágico, es simplemente que tu actitud a veces puede hacer cambiar las cosas y el resultado de las cosas. Rodearte de gente optimista te sirve de modelo para actuar y pensar como esas personas y empezar a cambiar tu actitud frente a la vida.
- Mejora tu autoestima: Si eres más optimista, tu estado de ánimo mejora y eres más resolutivo/a, es bastante probable que tiendas a ser más benevolente contigo mismo/a, te valores más, te autoelogies, no re recrees tanto en tus errores ni en los de los demás y por tanto, tu autoestima mejore.
- Puedes acabar siendo tú mismo/a una persona vitamina: Si todo lo anterior se produce, mejora y lo hace durante un tiempo suficiente como para que se acabe convirtiendo en tu filosofía de vida, es bastante probable que acabes siendo tú también una persona vitamina. Genial, ¿no?
Para acabar, quédate con este mantra: Vive para el hoy, elige ser feliz.
Fuente: mundopsicologos.com
por Carolina Herrera | Abr 3, 2019 | Uncategorized
¿Qué puedes hacer si tu hijo tiene un amigo imaginario? ¿Es algo de lo que debas preocuparte? Hoy explico cuando aparece, qué debes hacer y qué debes evitar si tu hijo juega con uno.
Encarni Muñoz Silva
La reacción más habitual es preocuparse si te enteras de que tu hijo tiene un amigo imaginario. ¿Estará muy solo?, ¿tendrá problemas?, ¿y si tiene algún trastorno mental? Parece extraño que un niño tenga un amigo imaginario, sin embargo es algo bastante habitual, de hecho dos de cada tres niños menores de 8 años tienen en algún momento de su vida un amigo imaginario. Muchas veces los padres no se dan ni cuenta, porque no lo verbalizan abiertamente. Simplemente forma parte de su juego y lo hacen de forma espontánea y natural durante un tiempo, hasta que dejan de jugar con ese «amigo».
¿Tengo que preocuparme?
Realmente es una virtud que se va perdiendo con los años, esa capacidad creativa, pero no todos los niños tienen tanta como para crear un amigo imaginario. Si el niño es capaz de crear un personaje y hacerlo real e incluso disfrutar del juego compartido, es algo que de adulto no puedes hacer. Ese amigo se irá solo como ha venido cuando el niño cambia su pensamiento a uno más racional, y eso sucede a partir de los 8 años aproximadamente. A veces es un personaje totalmente inventado y en otras ocasiones es un muñeco que «cobra vida».
En cuanto a la pregunta de si se sentirá solo y por eso ha creado ese personaje, no necesariamente. Los niños siempre prefieren jugar con niños reales, así que en un primer momento se puede llegar a pensar que si tuviera un hermano no sería necesario que tuviera un amigo imaginario, pero a veces tener un hermano no es garantía de que no exista el amigo imaginario. Puede ser un niño muy sociable y tener amigos y a la vez tener un amigo imaginario con el que juega cuando le apetece o cuando está solo.
¿Cuándo hay que preocuparse?
- Lo preocupante de los amigos imaginarios es que hablen de ellos como niños agresivos, lo cual puede estar avisándonos de que algo no va bien emocionalmente.
- Si el amigo imaginario tiene súper poderes, hay que tener cuidado por si quiere copiar o imitar las cosas que hace su amigo.
- También puede alertarnos que el niño prefiera jugar con niños imaginarios a jugar con niños reales. Quizás eso quiere decir que el niño tiene problemas a la hora de relacionarse, es tímido o le han dejado de lado sus amigos.
¿Qué puedes hacer si tu hijo tiene un amigo imaginario?
- Deja que hable contigo de su amigo: Si te habla de él, no le cortes ni prohíbas que hable o juegue con él. Si lo haces, le estás dando más importancia a algo que no la tiene, y puede que ese amigo imaginario tarde más en irse. Que te explique cosas de lo que hace es bueno, porque quiere decir que confía en ti y que tenéis una buena comunicación.
- No incites a hablar del amigo: Del mismo modo que no hay que prohibir, tampoco hay que fomentar que se hable continuamente del amigo imaginario. Que sea algo natural no quiere decir estar sacándolo a relucir en cada momento.
- Observar el juego del niño: Es importante ir observando de vez en cuando cómo juega, las conversaciones que tiene y detectar las alarmas anteriormente comentadas.
¿Qué debes evitar en estos casos?
- Preocupar y generar un problema de lo que sucede: Evidentemente si no es un problema no hay que tratarlo como tal. Cuando el niño te hable de su amigo no muestres preocupación, normaliza la situación y actúa con interés por tu hijo. Por tanto, no es necesario que lo lleves al psicólogo por tener un amigo imaginario, ni alertar a profesores o familiares, y mucho menos ridiculizar al niño o hacerle sentir vergüenza por su forma de juego.
- Prohibir el juego con el amigo imaginario: La prohibición sólo hará que aumente su interés y lo haga de forma clandestina por lo que puedes conseguir el efecto contrario. Deja que su evolución personal siga su curso normal.
- Castigar por lo que hace con su amigo imaginario: Si cada vez que le escuchas o ves jugar con su amigo imaginario le castigas o riñes, le provocarás insatisfacción, se pondrá triste, no entenderá esa prohibición e incluso puede mermar su autoestima. En realidad no está haciendo nada malo, así que no le castigues por eso.
- Permitir que el niño culpe a su amigo imaginario de comportamientos propios: Una cosa es que juegue con un amigo imaginario y otra que le sirva de excusa para salirse de rositas. Si ha actuado de forma incorrecta y acusa a su amigo imaginario de ello, habla con él para hacerle responsable y ayudarle a ser consecuente de sus actos.
Para acabar me gustaría hacer mención a una película, «Inside Out» (Del Revés). Es una película a la que hago mención muchas veces porque tiene una tremenda carga psicológica y psicoeducativa (para adultos, no sólo para niños). En esta película aparece un personaje secundario en un momento dado, cuando se habla de los recuerdos que están en el olvido, es una especie de elefante rosa que fue el amigo imaginario de la protagonista. Es interesante ver la visión que se da de ese amigo así que te recomiendo que veas esta película, y si ya la has visto, ¡vuelve a echarle un vistazo! Siempre se pueden aprender cosas nuevas.
Fuente: mundopsicologos.com
por Carolina Herrera | Mar 27, 2019 | Uncategorized
El ser humano siempre ha tratado de comprender, profundizar y dar explicación a los interrogantes que giran en torno a la personalidad humana. Ya sea definida como “alma”, tal y como se entendía en el pasado, como “psique” o como “patrón de comportamiento”, lo cierto es que las claves que nos hacen ser seres únicos y diferentes los unos de los otros, ha interesado a filósofos, pensadores y científicos durante toda la historia de la humanidad y especialmente, a los psicólogos. Uno de ellos fue Carl Jung, que propuso su propia manera de entender las motivaciones de la personalidad humana a través de los arquetipos.
¿Quién fue Carl Jung?
Carl Jung fue un médico psiquiatra muy reconocido por su influencia en el psicoanálisis y su posterior estudio de la psicología humana a través de la psicología analítica.
Jung, comenzó sus andaduras llevando a cabo una gran aportación en las primeras etapas del psicoanálisis. El psicoanálisis es una corriente psicológica que fue muy influyente en el siglo XX, originada a través de las teorías y la figura del popular psicólogo Sigmund Freud y que teoriza sobre los procesos psíquicos inconscientes, afirmando que estos son la base del comportamiento y los problemas psicológicos que pueden sufrir las personas.
Tras trabajar con Freud en sus comienzos, Carl Jung, cuya aportación al análisis de los sueños fue muy destacada, comienza poco a poco a alejarse del psicoanálisis freudiano al considerar que las explicaciones de este eran reduccionistas. Así pues, Jung configuró su propia teoría psicológica, la psicología analítica y amplió sus ideas centrándose en un concepto de inconsciente que iba más allá del noción freudiana: un inconsciente colectivo, heredado, que según él, configura la base de la psique humana y que se forma a través de patrones innatos en todas las culturas: los arquetipos. Aunque estas ideas son discutidas hoy en día, su influencia y popularidad es y ha sido muy notable.
¿Qué son los arquetipos Junguianos?
El término “arquetipo” tiene sus orígenes en la antigua Grecia. “arjé” significa “fuente” u “origen” y “tipos”, significa “modelos”. En combinación su significado se traduce como “modelo original”, es decir, un patrón único que es copiado o derivado hacia el resto de modelos.
Jung, hizo uso de este concepto de “modelo único” incorporándolo a sus teorías psicológicas sobre el inconsciente colectivo. Para este psicólogo y pensador, los arquetipos eran patrones universales que residían en el inconsciente colectivo de todos los seres humanos, de cualquier cultura y momento temporal. Así, los arquetipos Junguianos son conceptos que forman parte de nuestra motivación más básica y a través de los cuales evolucionamos.
El Inconsciente Colectivo
El inconsciente colectivo es clave para las teorías de la mente de Jung, ya que contiene los distintos arquetipos.
En lugar de nacer como tabula rasa (una “pizarra en blanco” en latín) y ser influenciado puramente por nuestro entorno, como creía el filósofo inglés John Locke, Jung propuso que todos nacemos con un inconsciente colectivo. Este inconsciente contiene un conjunto de recuerdos e ideas compartidas, con los que todos podemos identificarnos, independientemente de la cultura en la que nacimos o el período de tiempo en el que vivimos. No podemos comunicarnos a través del inconsciente colectivo, pero reconocemos algunas de las mismas ideas de manera innata, incluidos los arquetipos.
Por ejemplo, muchas culturas han cultivado mitos similares independientemente unos de otros, que presentan personajes y temas similares, como la creación del universo.
Los 12 arquetipos de personalidad de Jung
Jung define a partir de aquí doce arquetipos primarios con diferentes significados, valores y personalidades que simbolizan las motivaciones más básicas de los seres humanos. Estos doce arquetipos son:
1. El Inocente
Aquellos que se identifican con el arquetipo inocente a veces son criticados por ser soñadores ingenuos. Sin embargo, su actitud positiva y personalidad despreocupada puede elevar a otros como un soplo de aire fresco. El inocente siempre trata de ver lo bueno en el mundo y busca el lado positivo en cada situación.
- Meta: ser feliz.
- Miedo: ser castigado por hacer algo malo.
- Debilidad: confiar demasiado en los demás.
- Talento: fe y apertura mental.
2. El amigo
El arquetipo amigo representa a aquellos que son confiables, realistas y honestos. Algunas personas pueden describirlos como un poco negativos a veces. El amigo siempre está buscando pertenencia en el mundo y puede unirse a muchos grupos y comunidades para encontrar un lugar donde encajar.
- Objetivo: pertenecer.
- Miedo: quedarse fuera o sobresalir de la multitud.
- Debilidad: puede ser un poco demasiado cínico.
- Talento: honesto y abierto, pragmático y realista.
3. El héroe
El héroe se esfuerza ser fuerte y defender a los demás. Pueden sentir que tienen un destino que deben cumplir. Los héroes son valientes en su búsqueda de justicia e igualdad y se enfrentarán incluso a las fuerzas más poderosas si piensan que están equivocados.
- Objetivo: ayudar a los demás y proteger a los débiles.
- Miedo: ser percibido como débil o asustado.
- Debilidad: arrogancia, siempre necesitando otra batalla para luchar contra ella
- Talento: competencia y coraje.
4. El cuidador
Aquellos que se identifican con los arquetipos del cuidador están llenos de empatía y compasión. Desafortunadamente, otros pueden explotar su buena naturaleza para sus propios fines. Los cuidadores deben prestar más atención a cuidarse a sí mismos y aprender a decir no a las demandas de los demás.
- Meta: ayudar a los demás.
- Miedo: ser considerado egoísta.
- Debilidad: ser explotado por otros.
- Talento: compasión y generosidad.
5. El explorador
El explorador nunca es feliz a menos que experimente emociones nuevas de forma más o menos constante. Puede disfrutar visitando diferentes países o puede estar feliz de aprender sobre nuevas ideas y filosofías. Sin embargo, le resulta difícil establecerse en un trabajo o una relación durante demasiado tiempo, a menos que el trabajo o la relación le permita conservar su libertad para explorar.
- Objetivo: experimentar la mayor cantidad de vida posible en una vida.
- Miedo: quedar atrapado o verse obligado a conformarse.
- Debilidad: deambular sin rumbo e incapacidad para aferrarse a las cosas.
- Talento: ser fiel a sus propios deseos y una sensación de asombro.
6. El rebelde
Cuando el rebelde ve algo en el mundo que no funciona, intenta cambiarlo. A los rebeldes les gusta hacer las cosas de manera diferente. Sin embargo, a veces los rebeldes pueden abandonar algunas buenas tradiciones solo por un ansia de reforma. Los rebeldes pueden ser carismáticos y animar fácilmente a otros a seguirlos en su búsqueda de la rebelión.
- Meta: derribar lo que no funciona.
- Miedo: ser incapaz de lograr un cambio.
- Debilidad: llevar su rebelión demasiado lejos y obsesionarse con ella.
- Talento: tener ideas grandes e indignantes e inspirar a otros a unirse a ellos.
7. El amante
El amante busca la armonía en todo lo que hace. Le resulta difícil lidiar con los conflictos y puede tener dificultades para defender sus propias ideas y creencias frente a personas más asertivos.
- Objetivo: estar en una relación armónica con las personas, el trabajo y el entorno que aman.
- Miedo: sentirse no deseado o no amado.
- Debilidad: deseo de complacer a otros en riesgo de perder su propia identidad.
- Talento: pasión, aprecio y diplomacia.
8. El creador
El arquetipo creador ha nacido para crear algo que aún no existe. Odia ser un simple consumidor pasivo, prefiriendo crear su propio entretenimiento. Los creadores suelen ser artistas o músicos, aunque se pueden encontrar en casi cualquier área de trabajo un estímulo para sacar a la luz su talento innato.
- Objetivo: crear cosas de valor duradero.
- Miedo: no crear nada importante.
- Debilidad: perfeccionismo y bloqueos creativos causados por el miedo de no ser excepcional.
- Talento: creatividad e imaginación.
9. El bufón
Al bufón le encanta animar una fiesta con humor y trucos, sin embargo, tienen un alma profunda. Quieren hacer felices a los demás y con frecuencia pueden usar el humor para cambiar las percepciones de las personas. A veces, sin embargo, el bufón usa el humor para cubrir su propio dolor.
- Objetivo: aligerar el mundo y hacer reír a los demás.
- Miedo: ser percibido como aburrido por los demás.
- Debilidad: frivolidad, perder el tiempo y ocultar emociones bajo un disfraz humorístico.
- Talento: ver el lado divertido de todo y usar el humor para un cambio positivo.
10. El sabio
El sabio valora las ideas por encima de todo. Sin embargo, a veces se sienten frustrados por no poder saber todo sobre el mundo. Los sabios son buenos oyentes y, a menudo, tienen la capacidad de hacer que las ideas complicadas sean fáciles de entender para otros. A menudo se pueden encontrar en los roles de enseñanza.
- Meta: usar la sabiduría y la inteligencia para entender el mundo y enseñar a otros.
- Miedo: ser ignorante o ser percibido como un estúpido.
- Debilidad: no puede tomar una decisión porque cree que nunca tiene suficiente información.
- Talento: sabiduría, inteligencia y curiosidad.
11. El mago
El mago suele ser muy carismático. Tienen una creencia verdadera en sus ideas y desean compartirlas con otros. A menudo son capaces de ver las cosas de una manera completamente diferente a otros tipos de personalidad y pueden usar estas percepciones para aportar ideas y filosofías transformadoras al mundo.
- Objetivo: comprender las leyes fundamentales del universo.
- Miedo: consecuencias negativas no deseadas.
- Debilidad: convertirse en un manipulador o egoísta
- Talento: transformar la experiencia cotidiana de la vida de las personas al ofrecer nuevas formas de ver las cosas.
12. El gobernante
Al gobernante le encanta tener el control. A menudo tienen una visión clara de lo que funcionará en una situación determinada. Creen que saben lo que es mejor para un grupo o comunidad y pueden frustrarse si otros no comparten su visión. Sin embargo, generalmente tienen los intereses de los demás en el corazón, incluso si en ocasiones sus acciones son erróneas.
- Meta: crear una familia o comunidad próspera y exitosa
- Miedo: el caos, ser socavado o derrocado
- Debilidad: ser autoritario, incapaz de delegar
- Talento: responsabilidad, liderazgo
Según Jung, cada persona posee un conjunto organizado diferente de estos arquetipos, pero suele ser uno de ellos el que domina la personalidad total del individuo.
Estos 12 arquetipos nos ofrecen una guía que puede ayudarnos a comprender nuestras motivaciones y aprovechar nuestras propias fortalezas mientras trabajamos en nuestras debilidades. Comprender cuál de los 12 arquetipos domina nuestra personalidad puede ayudarnos a comprender lo que es realmente importante para nosotros. Este conocimiento nos ayuda a mejorar nuestro enfoque y alcanzar nuestros objetivos.
Principales arquetipos junguianos del Yo
Algunos de los principales arquetipos que, según Jung, conforman nuestra personalidad y se expresan en nuestro lenguaje, nuestros comportamientos, reacciones y sueños son:
1. El Ánima y el Ánimus
Es la representación del género opuesto al que la persona tiene. Según Jung el ánima es, para el hombre, el lado femenino que queda en la psique de este, así como el ánimos es para la mujer, su lado masculino. Este arquetipo se expresa en una gran emocionalidad y nos pone en contacto con aspectos que reprimimos en nuestra personalidad así como conforma el vínculo entre el individuo y el inconsciente colectivo.
2. La persona
La persona es, para el autor, esa identidad que deseamos proyectar, algo así como la máscara de un actor, aquellos rasgos que adoptamos por influencia del ambiente o los roles que nos impone la sociedad y que adoptamos como imagen pública, a pesar de que nuestra verdadera personalidad pueda ser diferente.
3. La sombra
“Tomada en su sentido más profundo, la sombra es la cola saurí invisible que el hombre todavía arrastra detrás de sí. Amputada con cuidado, se convierte en la serpiente curativa de los misterios”
La sombra es el arquetipo junguiano que refleja aquellos elementos que consideramos negativos. Son las características que tratamos de no mostrar a los demás porque esto podría causarnos vergüenza o ansiedad. Es derivada de un pasado animal en la que se incluyen los instintos.
Dentro de la sombra, se hallan pensamientos o ideas reprimidas que, según Jung, deben resolverse para conseguir nuestra individualización total. Aunque aquello que está en la sombra puede ser considerado negativo, quizás no siempre lo es y pueden existir cualidades positivas que queremos esconder por algún motivo.
4. El sí mismo
Es el arquetipo central del inconsciente colectivo, la imagen de la totalidad de la persona que confiere sentido a la vida, así como el centro de la psique humana. Así pues, es la coherencia y la organización que confiere el equilibrio de la personalidad.
5. La gran madre
Es el arquetipo que abarca las cualidades maternales idealizadas: el cuidado, la compasión y el amor, así como la guía a seguir. Está simbolizado por la madre original o la madre tierra, así como se ha adaptado a diferentes religiones en nombres como María, Hera o Juno.
6. El gran padre
Este arquetipo representa a un guardián del orden y la cordura en un mundo caótico.
Conclusiones
Los arquetipos que acabamos de exponer en este artículo son solo algunos de los que Jung cree que pueblan nuestro inconsciente colectivo.
Se pueden reconocer muchos más arquetipos, que poseen cualidades no exclusivas y que pueden ser mantenidas por múltiples arquetipos en diferentes grados.
Actualmente las teorías se discuten en menor medida que el enfoque psicodinámico de Freud, las ideas de Carl Jung tienen una influencia cuyos efectos todavía se pueden sentir en la actualidad.
La idea de que proyectamos a las demás personas no siempre muestra nuestra verdadera personalidad, sino que es una versión aspiracional e idealizada de quién nos gustaría ser.
Enlaces de interés
Carl Jung https://www.simplypsychology.org/carl-jung.html
Carl Jung – What are the Archetypes? https://academyofideas.com/2017/02/carl-jung-what-are-archetypes/
Carl Jung: Archetypes and Analytical Psychology. https://www.psychologistworld.com/cognitive/carl-jung-analytical-psychology
Fuente: psicoactiva.com
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