por Carolina Herrera | Ene 17, 2018 | Uncategorized
Por: Estela Buendía Iglesias
¿Alguna vez te has lamentado de tu mala suerte en el amor? ¿Crees que escoges mal a tus parejas? Y aún percatándote del mal atino con el que lanza las flechas ¿Sigues haciendo diana con el mismo tipo de personas? ¿Por qué tendemos a implicamos en el mismo tipo de relaciones?
La manera de estar en una relación amorosa no se improvisa, no parte de un kilómetro cero. Según los teóricos del apego, nuestra manera de estar en las relaciones amorosas depende de nuestra experiencia, desde la infancia y a lo largo de toda la vida, siendo especialmente importante la referida a la sexualidad y a los afectos de apego y amistad.
En estas experiencias aprendemos a confiar y desconfiar de lo que pueden dar de sí las relaciones, a intimar o permanecer emocionalmente aislados, a cuidar y ser cuidados o a no ofrecer ni esperar los cuidados de los demás .
Qué es el apego
El apego es el vínculo afectivo más primario. Lo establecen los bebes durante el primer año de vida con la persona que les cuida, con uno o varios cuidadores. Salvo situaciones muy extremas, mantienen el apego hacia estas personas durante toda la vida. Incluso cuando éstas mueren, pueden seguir siendo figuras muy importantes.
Las figuras de apego son las personas que más influyen en la socialización de niñas y niños. De éstas se aprende el lenguaje de la intimidad que precisamente usamos en las relaciones de pareja.
Además, a través del apego cubrimos nuestra necesidad de seguridad emocional, lo que incluye aceptación, estima, afecto y cuidados eficaces. Una necesidad tan importante como la del alimento, para nuestra correcta subsistencia.
La capacidad de establecer nuevos vínculos de apego permanece abierta toda la vida. El apego es un vínculo generoso: cuanto mejor este vinculado el niño al padre y/o a la madre, más probable es que se vincule a otras personas.
El desarrollo y crecimiento del individuo hace que los vínculos y figuras de apego cambien. Hazan y Zeifman afirman que la función del apego en la adultez sigue consistiendo en proporcionar apoyo y seguridad.
Sin embargo Weiss añade que esa seguridad se otorga “potenciando las capacidades de la propia persona para superar las situaciones que supongan un reto para su seguridad”, en lugar de protegiendo. La figura de apego suele ser la pareja, y los padres o la familia nuclear pasan a tener una posición secundaria.
Apego en la infancia
En función de cómo establezca la niña o el niño el vínculo con su cuidador, hablaremos de tres tipos de apego fundamentales:
Apego seguro
Estos niños han aprendido que sus cuidadores (al menos uno de ellos) les son incondicionales. Los quieres, valoran y cuidan eficazmente. Saben que estas figuras están presentes o disponibles siempre que las necesitan.
El origen de este apego está en el éxito en la relación entre los cuidadores y el niño, en la intimidad lograda, en la disponibilidad y accesibilidad de los cuidadores, en la respuesta pronta, afectiva y eficaz a las demandas del niño, y en la coherencia de las relaciones. Es así como aprenden a sentirse seguros y queridos, confiar en los demás y saberse valiosos.
Apego ansioso-ambivalente
Son niños que establecen un patrón de inseguridad o duda en la relación. No consiguen estar seguros de la incondicionalidad de las figuras de apego (por eso necesitan mucha aprobación, que les demuestren una y otra vez que les quieren), de su disponibilidad o accesibilidad (por eso no aceptan las separaciones), de su cariño de la valoración que hacen de ellos, y por ultimo, de su eficacia.
El miedo al abandono, a no recibir respuesta o que ésta sea insuficiente, la duda de cómo les valoran sus cuidadores, está presente. Las causas pueden ser diversas, como la incoherencia en la conducta de los cuidadores, el chantaje emocional como forma de disciplina, la propia inestabilidad en las relaciones entre los padres, etc.
Apego Evitativo
Los niños que han desarrollado este apego han aprendido que no pueden contar con sus figuras de apego. No los quieren, ni valoran ni tienen capacidad para ayudarlos. Han aprendido a no expresar ni entender las emociones de los demás, a evitar el contacto emocional que siempre les fue frustrante. Acaban formando una especie de coraza invisible, que les lleva a rechazar la intimidad y a comportarse como si no les importaran los demás.
Construyen una aparente autonomía que no es tal, sino que se trata de un conjunto de estrategias aprendidas para sufrir lo menos posible. Las causas son el rechazo emocional de los cuidadores, la falta de respuesta a sus demandas, la falta de interacción íntima, la interacción fría y distante, la falta de disponibilidad y accesibilidad, la ineficacia ante las ayudas que ha necesitado, la minusvaloración, etc.
Estilos amorosos
El apego tiende a mantenerse estable a lo largo de toda la vida. Combinado con nuestras experiencias en las relaciones de amistad y amorosas, contribuye a establecer nuestro apego en la edad adulta.
Las personas con un estilo de apego seguro están más capacitadas para organizar bien su vida emocional, afectiva y social con o sin pareja estable. Suelen tener una autoestima positiva, más estabilidad emocional en comparación a otros estilos de apego, y mayor optimismo vital.
Son Naranjas Enteras, dispuestas a rodar por la vida con otras personas, a intimar y comprometerse con ellas de manera firme y estable en una relación de pareja, pero tienen también mayor capacidad para vivir sin pareja, mayor capacidad para estar solas.
A aquellas con un apego ambivalente, les resulta más difícil construir su autonomía. Son personas inseguras que dudan de su valía y es más probable que sufran de ansiedad. Están tan necesitadas de las demás que les cuesta estar solas. Tienden a verse como Medias Naranjas que inexorablemente necesitan ser completadas.
Una vez establecida la relación de pareja, presentan cambios emocionales, contradicciones o ambivalencias. Es frecuente que les asalten miedos y dudas con respecto al otro o a la relación. Necesitan aprobación y confirmaciones continuas, así como comunicaciones frecuentes.
Los adultos con estilo evitativo presentan miedo a la intimidad. Piensan que las relaciones íntimas dan problemas, por lo más inteligente es evitarlas. Suelen insistir en las ventajas de no estar emparejado. Si llegan a establecer una relación, tienden evitar que en ella haya fuertes emociones positivas o negativas. La contención, el control y hasta la frialdad emocional es su forma de evitar la intimidad.
Relaciones de pareja
A pesar de las similitudes entre el apego en la infancia y la edad adulta, hay una diferencia importante: El vínculo entre dos adultos debe ser simétrico. Cada persona ejerce de figura de apego para la otra de la misma manera que recibe los cuidados de la otra.
Esperamos que después de todo lo dicho, no sigas pensando que tienes mala suerte en el amor. En su lugar, te invitamos a que reflexiones sobre:
En qué te basas a la hora de escoger pareja.
Qué tipo de compañera o compañero buscas y cuál has encontrado.
Qué compañero o compañera quieres ser.
Responde a estas preguntas, reflexiona sobre tu estilo de apego y el de tu pareja (actual o el de tu ex), y márcate objetivos para conseguir una relación de pareja satisfactoria.
Fuente: psicopedia.org
por Carolina Herrera | Ene 15, 2018 | Uncategorized
Debo ser valiente para permitirme llorar, pedir que me cuiden y mostrarme tal y como soy. Exponernos y valorar lo que sentimos es un maravilloso camino.
Mostrarse vulnerable es un acto de valentía en un mundo que pone las emociones (por venir necesitando de cuidados) en un segundo plano y la productividad en el primero.
Y es que, desde los feminismos (al menos desde la cara al público que se hace más famosa, o desde las corrientes hegemónicas); incluso desde el activismo por la salud mental, a veces me da la impresión de que se reivindica que debemos ser fuertes bajo cualquier circunstancia.
Pues no. Tengo derecho a resbalar. Incluso a caer. Tengo derecho a llorar hasta inundar mi habitación entera. Y a que me duela todo lo que te puede doler porque me han hecho daño, también. Porque he sido tan, tan valiente que me he abierto a alguien que ha decidido luego aprovecharse de esa confianza para herirme. Pero mi valentía no me la quita nadie.
Y claro que somos fuertes, las personas que atravesamos etapas más o menos crónicas de sufrimiento psicológico en general y las mujeres que lo hacemos en particular.
Y claro que somos fuertes. Convivimos diariamente con impulsos suicidas mientras nos gritan guarradas por la calle. Mientras nos violan sistemáticamente nuestras propias parejas. Mientras nos venden tallas diminutas y nos bombardean con anuncios que fomentan un canon de belleza que se está llevando demasiadas vidas por delante.
Y claro que somos fuertes. Nos dan ataques de ansiedad, hiperventilamos, rompemos a llorar. Los delirios persecutorios nos persiguen, y qué decir de sus amigas las paranoias. A veces, incluso alucinaciones y mil “síntomas” más que van desde los denominados “trastornos de personalidad” hasta el estrés post-traumático.
Y mientras tanto, somos mujeres. Algunas limpian, crían, cuidan, educan. Otras estudiamos. Otras trabajan. Muchas, todo a la vez. Muchas, aguantando violencias más o menos sutiles, más o menos directas que atentan contra nuestros cuerpos y espíritus en nuestro día a día.
Pero yo creo que de lo más importante que he aprendido de ser mujer en un mundo de hombres, de sentir de forma diferente en un mundo en que impera la norma sobre la forma en que “nuestros cerebros deben funcionar” (sobre la forma en que debemos sentir); ha sido que en la emotividad reside muchísima fuerza. Que el cariño, la compasión, la comprensión son claves para construir otro mundo que no nos asesine por activa y por pasiva.
Porque sí, quiero un mundo en que los hombres sean capaces de exteriorizar las emociones asociadas a la mujer sin ser tildados de “nenazas” en otro claro ejemplo de machismo; pero sobre todo, quiero un mundo en que no haga falta parecerse al modelo de hombre que nos han vendido, que nos han inculcado para que se reconozca nuestra fortaleza. Nuestra resistencia. Nuestra resiliencia.
Y para empoderarnos, está claro que tenemos que permitirnos a nosotras mismas (y sobre todo la sociedad en general debe permitirnos) acceder a algunos de los roles asociados a los hombres como pueden ser la asertividad o la defensa propia.
Pero al final del día, no basta con gritar más alto y saber cinco llaves de artes marciales; como reflexionaba hace poco, es tan importante la labor de la mujer que te defiende físicamente del hombre anónimo que te agrede sexualmente en una fiesta como la de la que te consuela después y seca tus lágrimas y acuna tu pena y tu rabia.
¿Que qué tiene que ver esto con la salud mental? Pues mucho. Porque parece que vivimos todos convencidos de que estar triste es “malo” (y eso daría para diez artículos más).
Cuando estar triste es natural, es un proceso vital más, y por supuesto que puede ser peligroso y hasta nocivo si se alarga en el tiempo y se gestiona de formas insanas y dañinas; pero suprimir la tristeza, no permitirnos llorar, obligarnos a “endurecernos” como si estuviéramos hechas de cemento cuando el cuerpo humano se compone en un 70% de agua es una forma más de auto-engañarnos y dejarnos engañar por el resto.
Seamos sinceras: todas estamos tristes, al menos, a veces. Todas tenemos ganas de llorar, o no; porque lo podemos exteriorizar de muchas, muchísimas formas. Y todas pasamos por lutos, por duelos, más o menos obvios, más o menos duros.
Y si no nos permitimos sufrir, si acorralamos el sufrimiento, el sufrimiento acabará por acorralarnos a nosotras.
Fuente: mentesana.es
por Carolina Herrera | Dic 27, 2017 | Uncategorized
Las constelaciones familiares, son en primer lugar, una experiencia emocional, transformadora, intensa y vivificante. Después de asistir a un taller de Constelaciones Familiares es difícil que se pueda volver a mirar y sentir la vida como antes.
A ello añadiré que técnicamente son un tipo de Psicoterapia Sistémica Familiar, desarrollado por BERT HELLINGER (teólogo, pedagogo y psicoanalista), a partir de otras muchas técnicas de carácter psicoterapeútico y también de ritualización ancestral que el ser humano ha utilizado desde su aparición sobre la faz en la tierra para comunicarse con esa parte propia que no es tangible, llámese psique o alma, o pensamiento, o…
Como terapeuta mantengo que las personas hacemos lo mejor que sabemos en nuestras vidas y con nuestras vidas. A menudo hay conflictos que se nos resisten y que arrastramos durante mucho tiempo sin poder reconducir. ¿Somos torpes, entonces? ¡No! seguramente, la raíz de esos comportamientos o problemas se hallen en nuestro subconsciente, elemento muy poderoso al que no solemos dar el peso ni la importancia que tiene. Y como están ahí escondidos y latentes, nunca llegamos a darles solución. Y así van pasando los años y vamos perdiendo la oportunidad de ser felices… Y repetimos una y otra vez los mismos patrones de conducta (los mismos conflictos en diferentes trabajos o con distintas parejas, inseguridades, problemas económicos, adicciones, ansiedad, miedos, fobias, incluso problemas de salud…).
Las Constelaciones Familiares es uno de los métodos más rápidos y efectivos que hay en estos momentos en el panorama terapéutico para ver de forma muy precisa bloqueos, creencias limitadoras, lealtades ocultas, amores ciegos…etc. que se encuentran en nuestro subconsciente. Hacen su trabajo al margen de nuestra voluntad consciente y ayudan a mantener y sostener nuestros problemas; se diferencia de otros procedimientos por su eficacia y rapidez (si bien no exime al cliente de su responsabilidad y puesta en práctica de su compromiso posterior), por lo que cada vez más psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas se interesan por las Constelaciones Familiares como herramienta terapéutica según el asunto a tratar.
En una Constelación Familiar, de duración más o menos de una hora, sale a la luz y se aborda el verdadero motivo causante del problema presentado por el cliente. La mayoría de los problemas psicológicos, vienen de nuestra historia y relación familiar. El niño, por amor ciego y lealtad al sistema, por querer ser querido y tener un lugar de dignidad en su familia, adopta INCONSCIENTEMENTE comportamientos, creencias, y soporta cargas que le dificultarán la vida de adulto.
En la Constelación Familiar observamos de inmediato la dinámica que causa el sufrimiento y, si se dan las circunstancias apropiadas, la corrige en el mismo momento. En la familia, el orden del Amor tiene que ser respetado; por ejemplo, que los padres sean padres y los hijos sean hijos, (¿cuántas veces hemos visto a hijos ejercer de padres de sus propios padres?). Estos son los precios que los hijos pagan gustosamente, porque los hijos por amor a los padres se sacrifican a través del amor ciego que sienten hacia ellos. Pero este “desorden” con el tiempo trae desequilibrio y dinámicas difíciles que hay que reorganizar.
En las Constelaciones Familiares también nos preguntamos qué personas del sistema familiar están siendo excluidas (niños que murieron, parejas anteriores, abortos, suicidios, etc.). Estas personas tienen que ser reintegradas porque, si no, la consecuencia, es que otras (descendientes) las representen o sufran los efectos… Porque una de las Leyes del Amor que observó Hellinger es que en la familia NADIE DEJA DE PERTENECER bajo ninguna circunstancia y a todos hay que respetarles su lugar.
También miramos sistemáticamente los hechos más importantes o más profundos de la familia (parejas anteriores y actuales, violaciones, abortos, suicidios, muertes prematuras, enfermedades, hijos conflictivos, hijos adoptivos, etc.). Entonces, con mucho respeto y consideración, movemos las imágenes familiares que son determinantes, dándoles a las personas representadas el orden que les corresponde citando frases concentradas sanadoras. Cuando un miembro del sistema se mueve, todos los demás se recolocan a su vez, encontrando una mejor armonía. De esa forma iremos observando como el cliente interioriza poco a poco, movimientos de solución y movimientos hacia la vida.
Observamos como en cada familia hay un “Alma Familiar Real”, una conciencia en el inconsciente, que tiene su influencia hacia el individuo y que se intuye a través de la fuerza que une y dirige las vivencias, los guiones y los destinos de las personas que pertenecen a este sistema familiar y que lo hace conforme a ciertas leyes, es decir a ciertos “Ordenes del Amor” que tienen que ser respetados para que el Amor se logre. Las personas aún y cuando creen que se realizan como individuales, éstas, están “siendo leales” a movimientos más amplios de su sistema familiar.
El biólogo RUPERT SHELDRAKE habla de campos morfogenéticos y afirma que la memoria está en el ambiente, en el contexto, en la forma en la que cristalizan las estructuras y los procesos, y que esta memoria puede ser captada”. De ahí que en la constelación los representantes puedan acceder a los registros emocionales de las personas que representan de una manera tan fluida y natural.
El alcance del trabajo de Constelaciones Familiares no se limita a la persona que ha hecho su Constelación, sino también a su sistema familiar, ya que cuando un miembro del sistema se mueve, todos los demás se recolocan encontrando un mejor equilibrio, llegando sus efectos a las personas vinculadas al sistema con el que hemos trabajado. Asimismo, también afecta al resto de participantes del taller, ya que muchas problemáticas son comunes y nos ayudan a darnos cuenta de dinámicas parecidas en nuestro entorno.
Una Constelación Familiar sigue teniendo efectos y sigue moviendo los hilos profundos del Alma Familiar aún después de mucho tiempo.
Es un trabajo para nuestra prosperidad. Para poder disfrutar más de lo que ya poseemos, para estar abiertos a nuevas riquezas. Para disfrutar más de nuestro trabajo y del “camino” que recorremos cada día en pos de nuestros proyectos e ilusiones. Nos olvidamos que ése debería ser un camino de placer y facilidad y las constelaciones nos lo recuerdan en cada trabajo y cada experiencia.
Fuente: blog.espaciolunaroja.es
por Carolina Herrera | Dic 22, 2017 | Uncategorized
La complicada decisión de destetar al bebé
Hoy te quiero hablar del destete, estamos a Martes y entre ayer y hoy me han llamado tres madres con la misma pregunta. Quiero destetar a mi hijo y no se como hacerlo. ¿Me puedes ayudar?
Es importante tener claro que no es lo mismo realizar un destete con un bebé pequeño que con un niño que ya puede entender los motivos por lo que queremos destetarlo. No hay que olvidar que el factor emocional en el destete es muy importante, por lo que este proceso hay que realizarlo de una manera escalonada y respetando los tiempos de cada uno, sin que resulte traumático para ninguno de los implicados.
Muchas madres se sientes muy tristes, angustiadas por la idea de destetar y otras se pueden sentir seguras, aliviadas con la decisión tomada. De una manera u otra es importante realizar el proceso con calma y mucho amor.
¿Por qué una madre llega a decidir destetar a su bebé/hijo?
En muchas ocasiones sucede por la presión del entorno, por la vuelta al trabajo o porque el niño muerde, sigue pidiendo mucho por la noche, un nuevo embarazo etc etc… Las causas pueden ser múltiples.
Es importante que la madre durante el destete se sienta acompañada por un entorno que la comprenda y respete en su decisión. Este momento se vive mejor sin sentirse juzgada.
Destete por iniciativa de la madre
Cómo ya he comentado anteriormente el destete siempre va a realizarse de manera gradual a ser posible, ya que un destete brusco puede generar una serie de problemas. No sólo emocionales en madre o hijo, sino físicos en la madre; cómo puede ser ingurgitación mamaria (los pechos se hinchan y se encuentran duros y doloridos), en ocasiones pueden haber problemas más graves, se puede incluso presentar (mastitis, obstrucciones o abscesos) estos podrían evitarse si el destete es progresivo y el pecho se va adaptando a las nuevas necesidades del niño.
Es el niño el que deja el pecho
Si es el niño el que decide dejar el pecho, es él quien marca los ritmos. En ocasiones puede suceder de la noche a la mañana. Este es un momento bastante angustioso para la madre que no ha tenido tiempo de hacerse a la idea.
En algunas ocasiones puede suceder más paulatinamente, vemos que el bebé ya no está tan interesado por el pecho y en ocasiones se salta tomas. Hasta que poco a poco lo va dejando por completo.
Destete forzoso
En la vida de una madre lactante puede darse el caso de tener que recurrir a tratamientos médicos o situaciones inesperadas que truncan la lactancia sin previo aviso. Esto puede ocurrir si hay una operación de urgencia, una enfermedad que requiere una medicación incompatible con la lactancia (siempre es interesante contrastar información en www.e-lactancia.org), un viaje, etc..
En estos casos tanto la madre como el niño precisan de apoyo emocional para sobrellevar esta situación de la manera menos traumática posible.
Pautas a seguir
Intentamos no ofrecer el pecho, pero no rechazamos al niño. ¿Y esto, cómo se hace? Tenemos que sustituir ese momento placentero por otro momento placentero. Lo tomamos en brazos, le cantamos, mimamos, acunamos, contenemos…. le damos el cariño que el pecho ya no puede darle. No pienses que esto va a ser coser y cantar, ¡Puede ser que si! pero no es lo habitual. Vas a necesitar mucha paciencia y amor.
También podemos estar atentas a los momentos en los que el niño solía mamar, y ofrecerle alternativas atractivas a ese momento.
Si el niño es más pequeño y el pecho era su fuente de alimento debemos ofrecer otra alimento, aquí si que debemos de sustituir el pecho por leche artificial o sólidos en el caso de haber introducido ya la alimentación complementaria. Y si el niño lo acepta, puede ser dado por otra persona distinta a la madre, ya que de ti va a querer el pecho.
Esta situación requiere mucha atención hacia el niño, ya que este puede sentirse doblemente rechazado. Uno porque no se lo da su principal alimento (leche materna) y dos porque se le priva de la madre.
Y ahora por la noche ¿Qué?
Quitar la teta por la noche suele tener su intringulis, ya que es más costoso para el niño y para nosotras que nos sentimos mas cansadas y con menos fuerza de voluntad. Aquí vas a tener que armarte de valor y paciencia para acompañar a tu niño en el proceso. Si es un bebé y vas a sustituir el pecho por el biberón, puede que te resulte fácil la transición. Si es un niño más mayorcito tendrás que acompañarlo emocionalmente para que entienda por qué has tomado esa decisión.
Es importante ser sinceras con ellos y expresarles como nos sentimos. También es importante estar receptivas a lo que ellos están viviendo.
Como has podido leer doy mucha importancia al tema emocional. Para mi es fundamental que empaticemos con sus emociones a la hora de tomar cualquier decisión. Eso va a facilitar mucho el proceso.
Lo ideal sería realizar un destete pactado.. Así todos lo llevamos mejor.
Fuente: blog.espaciolunaroja.es
por Carolina Herrera | Dic 20, 2017 | Uncategorized
Hoy tengo el placer de tener en este espacio a Alicia Conca, una gran amiga y profesional.
Alicia tiene su centro en Villena (Alicante) donde realizan diferentes actividades y terapias destinadas a la Maternidad.
Ella tiene mucho que aportar, nos podemos beneficiar de su saber y sus años de experiencia, así que para empezar a abrir boca nos va a hablar de las Flores de Bach.
Soy Alicia Conca y me considero una enamorada de las Esencias Florales.
Cuando me propusieron escribir un artículo sobre Flores de Bach para Ser Madre Ser Padre, no pude negarme. Para mí es un regalo hablar de ellas y hacerlas llegar a más gente.
Mi mayor satisfacción es hacerlas llegar a mamás y papás que están inmersos en la Concepción, Gestación y/o crianza de sus hijos, ya que es un momento crucial y con mucha repercusión a nivel emocional para ambos (incluido el bebé).
El tratamiento con Flores de Bach fue creado por el Dr. Edward Bach en 1935.
El Dr. Bach opinaba que: nuestros miedos, ansiedades y demás, nos abren la puerta a la enfermedad. Por lo que hay una conexión directa entre los sentimientos y la enfermedad física y real.
Es por ello que los Remedios Florales pueden ayudarnos mucho en prevención. Trabajando con los síntomas podemos ayudar al cuerpo a modificar conductas, emociones, pensamientos y evitar así, la enfermedad física.
¿Por qué nos pueden ayudar tanto las Esencias Florales en la Maternidad y Crianza?
Porque en esta etapa se viven muchísimos cambios tanto físicos cómo emocionales y dependiendo de cómo los vivamos, sobre todo las mamás gestantes, van a influir más o menos al bebé en gestación, o incluso nuestro estilo de vida y estado emocional, van a facilitar o impedir un embarazo, un buen parto y/o una crianza saludable.
Es bien sabido, que lo habitual cuando una mujer busca un embarazo es que esté en un buen momento a nivel físico y emocional. Los nervios, la tensión, el estrés, la obesidad, el sobrepeso, hacen que ese embarazo pueda demorarse o incluso que no llegue a producirse. Trabajando con las Esencias Florales vamos a ayudar a esa mujer a encontrar el equilibrio.
Nos lo he contado pero las Flores de Bach son 38 flores y cada una de ellas es para un estado de ánimo diferente.
Es algo muy importante a tener en cuenta, ya que dos personas con estrés no tienen porque tomar la misma esencia floral. Cada una de ellas puede estar estresada o vivir el estrés de una manera distinta.
Una mujer embarazada tiene que tener claro que dependiendo de cómo esté ella, así será su gestación y/o parto. Si durante el embarazo vive angustiada por el miedo o la incertidumbre, su bebé está creciendo rodeado de todas estas hormonas del estrés. Y esa situación alargada en el tiempo, puede producir que el niño sea más nervioso o propenso a ciertos miedos. En cambio, si su gestación es tranquila y estable, el bebé que espera será mucho más tranquilo y con un flujo energético más equilibrado.
¿Qué Esencias Florales nos pueden ayudar en la Maternidad?
Si estas buscando un embarazo o estas criando a tu bebé y te sientes rígida en esa situación. Rock Water te ayudará a fluir con el momento que estás viviendo y a aceptar la situación. Facilitará el que te relajes y tu cuerpo se prepare para la concepción.
Walnut es la flor ideal en la Maternidad en todas sus fases, ya que Walnut es la flor del cambio. Y por si no lo habéis pensado, la maternidad,desde la concepción hasta la crianza de nuestro hijos es un continúo cambio. Además Walnut nos ayuda a adaptarnos a las nuevas situaciones.
¿Y qué pasa cuando hay problemas y el embarazo no llega?
En ocasiones la mujer o el hombre ha vivido experiencias traumáticas que impiden un embarazo. En esos casos Start of Betlehem nos ayudará a trabajar con ese trauma y liberarnos de esa carga. Mariposa Lily y Pomegranate también nos ayudarán en caso de problemas en el útero, cómo endometriosis, ovarios poliquisticos, etc.
Y las náuseas? Qué hacemos con ellas?
Pues tanto Walnut como Scleranthus nos pueden ayudar para encontrar un equilibrio y que estas desaparezcan.
Mimulus y Rock Rose serán ideales cuando vivimos con miedo o terror el momento del parto o de alguna prueba. Harán que nos enfrentemos a esos momentos desde la confianza y la tranquilidad, aportando a nuestro bebé ese estado de calma.
En ocasiones la mujer embarazada ve el parto cómo el fin de todo. Pero realmente el nacimiento del hijo es el comienzo, el principio de nuestro rol de madres/padres. Cuando más atento hay que estar a las necesidades del hijo. Y por desgracia en ocasiones, en cuando los padres se relajan o se sienten tan desbordados y tan perdidos que no están al 100%. En esos momentos Larch nos dará confianza y Elm nos ayudará a no sentirnos desbordados por la situación.
¿Y el bebé, puede tomar Esencias Florales?
Las Esencias Florales son óptimas para bebés, embarazadas, niños y público en general. No tienen efectos secundarios, pero si pueden abrir procesos internos profundos en lo que a nivel emocional se refiere. Por eso siempre recomiendo que la toma de esencias sea acompañada por un profesional cualificado, para acompañarnos en esos momentos.
Espero que encuentres en la Esencias Florales todo lo necesario para encontrar el equilibrio en tu Maternidad y en tu vida.
Fuente: sermadreserpadre.com
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