Enfoque Terapéutico EMDR

Enfoque Terapéutico EMDR

EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en español «Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares»), es un enfoque psicoterapéutico ampliamente investigado y reconocido por su efectividad en el tratamiento de diversos trastornos psicológicos. Este método ayuda a las personas a recuperarse de traumas y experiencias vitales angustiosas que afectan y limitan la normal adaptación a la vida cotidiana y al bienestar general.

Trabaja en tres vertientes: desensibiliza y reprocesa recuerdos traumáticos del pasado, así como los estresores del presente y los reprograma para enfrentarlos de mejor manera en el futuro.

Se fundamenta en la premisa de que los eventos traumáticos vividos, ya sea en la infancia o en cualquier otro momento de la vida, pueden quedar almacenados de forma desadaptativa si no son procesados adecuadamente en el momento en que ocurrieron, dejando vulnerable a quien vivió estos eventos a desarrollar conflictos o sintomatología adversa en el presente.

Estos recuerdos no elaborados pueden mantener a la persona como si aún estuviese viviendo estas experiencias pasadas. Si no se reprocesan dichos eventos perturbadores, difícilmente se podrán resolver los conflictos actuales o reducir la sintomatología.

EMDR facilita el reprocesamiento de estos recuerdos a través del uso de la estimulación bilateral, como movimientos oculares u otras formas no intrusivas, sin que el paciente tenga que revivir los detalles innecesarios de los eventos traumáticos. Esto permite que la persona comprenda los recuerdos de tal manera que dejen de causar miedo y se conviertan en algo manejable.

Este enfoque se basa en la idea de que el organismo logra su propia auto curación cuando son reactivados los mecanismos internos para que esto ocurra. El terapeuta EMDR actúa como un facilitador, acompañando al paciente en el proceso de reparación de memorias patogénicas que generan sufrimiento y los ayuda a sentirse más cómodos y seguros de sí mismos.

 

Por Michelle Oberreuter Gallardo

Reprocesamiento de Experiencias Traumáticas en Psicoterapia

Reprocesamiento de Experiencias Traumáticas en Psicoterapia

 

Uno de los objetivos en psicoterapia es tratar experiencias adversas o traumáticas de la vida que han contribuido a diversos problemas psicológicos.  

Cuando una experiencia es procesada exitosamente, ya sea de manera positiva o negativa, se almacena de manera adaptativa y se integra con otras experiencias similares, tanto sobre uno mismo como sobre otros. Sin embargo, hay eventos que, al ocurrir, no pudieron ser comprendidos, procesados ni asimilados. La intensidad y gravedad de un suceso supone un agobio emocional y racional que la persona es incapaz de digerir por sí misma. Estos eventos quedan almacenados como traumas. Las alteraciones del sistema de procesamiento de la información, debido a estados de alta activación provocados por estas experiencias, dan como resultado memorias inadecuadamente procesadas y desadaptativamente almacenadas. Los recuerdos pueden ser imprecisos, formas borrosas que van y vienen de los lugares recónditos de la memoria. Esta información traumática queda almacenada en la mente, dejando a la persona vulnerable para la aparición de síntomas y/o cuadros psicopatológicos.

 

Los recuerdos con intenso contenido emocional se consolidan en la amígdala en lugar del hipocampo. La superproducción de adrenalina du situaciones de alta emotividad facilita la retención de información, lo que explica por qué la mayoría de las personas recuerda vívidamente ciertas experiencias intensas pasadas que han estado cargadas de estrés o de emoción. Las imágenes de un suceso traumático pueden invadir la conciencia de la persona, además pueden aparecer pensamientos repetitivos indeseados, pesadillas y alteraciones de la memoria o recuerdos parciales con una gran intensidad emocional que surge inesperadamente. Las imágenes y los pensamientos invasivos de los sucesos emocionales negativos refieren a fragmentos significativos de la memoria del trauma, y estos interfieren negativamente en la adaptación de la persona a la vida cotidiana.

 

 

Es fundamental ayudar a la persona a reprocesar estos eventos traumáticos, lo que le permitirá comprender más adaptativamente lo que antes no pudo. Los eventos traumáticos pueden transformarse en recuerdos tolerables y coherentes, que se integren en la biografía de la persona, sin interferir negativamente en su vida cotidiana actual ni futura. 

 

Con un adecuado proceso de psicoterapia, quienes han sufrido experiencias difíciles, pueden superar estas vivencias y llevar una vida gratificante. Es posible mirar y enfrentar lo que más duele y deshacer ese dolor; por lo tanto, es factible que las personas consigan reconciliarse consigo mismas, reconectarse con lo que sienten, aprendan a cuidarse y logren tomar las riendas de sus vidas. Tratar los traumas es esencial para la salud mental y emocional, y la psicoterapia es una herramienta fundamental en este proceso.

 

Por Michelle Oberreuter Gallardo

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