por Carolina Herrera | Sep 4, 2024 | Uncategorized
En la vida cotidiana, las pausas a menudo se ven como un lujo o una interrupción en nuestras responsabilidades. Sin embargo, tomar pausas regulares es fundamental para mantener una buena salud mental y emocional. En Devenir, entendemos que el bienestar integral no solo se construye con la atención constante a nuestras necesidades, sino también con la capacidad de detenernos, respirar y reflexionar.
¿Por qué son importantes las pausas?
Como una forma de darle fuerza a la necesidad de las pausas en las rutinas diarias, queremos enumerar algunos de los beneficios que éstas tienen, entre ellos:
- Reducción del Estrés: El estrés prolongado puede tener efectos negativos en nuestra salud física y mental. Las pausas ayudan a disminuir los niveles de estrés al ofrecer momentos de desconexión y relajación.
- Mejora de la Concentración: Tomar un descanso breve puede mejorar nuestra capacidad de concentración y productividad. Las pausas cortas permiten que nuestro cerebro se recupere, mejorando nuestro rendimiento en tareas complejas.
- Prevención del Agotamiento: El agotamiento emocional y físico puede ser prevenido mediante pausas regulares. Estos momentos de descanso permiten que nuestro cuerpo y mente se recuperen, reduciendo el riesgo de agotamiento.
- Fomento de la Creatividad: Cuando estamos estancados o abrumados, una pausa puede proporcionar una nueva perspectiva y estimular la creatividad. Alejarse de un problema o tarea por un tiempo puede facilitar la generación de nuevas ideas y soluciones.
Recomendaciones para tomar pausas efectivas:
- Establece Horarios de Pausa: Programa pausas regulares a lo largo de tu día. Incluso unos minutos cada hora pueden marcar la diferencia. Usa este tiempo para estirarte, caminar o simplemente desconectar de tus tareas.
- Practica la Respiración Consciente: Dedica unos minutos a practicar técnicas de respiración profunda. La respiración consciente puede ayudarte a relajarte y reducir la ansiedad en momentos de alta presión.
- Desconecta de la Tecnología: Durante tus pausas, intenta alejarte de las pantallas. Tomarte un tiempo para desconectar de correos electrónicos, redes sociales y otros dispositivos puede ser revitalizante.
- Realiza estiramientos: Incorpora breves sesiones de estiramientos en tus pausas. Esta actividad física, incluso en pequeñas dosis, puede ayudar a liberar tensiones y mejorar tu estado de ánimo.
- Disfruta de Momentos de Quietud: A veces, lo que más necesitamos es simplemente un momento de quietud. Encuentra un lugar tranquilo, cierra los ojos y permite que tu mente se relaje sin distracciones.
- Conéctate con la Naturaleza: Si es posible, sal a caminar al aire libre o pasa tiempo en un entorno natural. La conexión con la naturaleza puede tener efectos positivos en tu bienestar emocional.
Tomar pausas es una estrategia que nos permite mantener una buena salud mental. Sin embargo, sabemos que en la vorágine del día a día, hacerlo resulta todo un desafío. Pero también sabemos que se puede, y que solo unos minutos de pausa pueden ser muy efectivos y tener un impacto significativo en tu bienestar general. Al permitirte estos momentos de descanso, estarás mejor preparado para enfrentar desafíos, tomar decisiones más claras y disfrutar de una vida más equilibrada.
Por Carolina Herrera Troncoso| Psicóloga Clínica y Perinatal
por Carolina Herrera | Ago 14, 2019 | Uncategorized
¿Qué hacer para incorporar el Mindfulness en nuestro día a día y gozar de sus beneficios antiestrés?
Vivimos en una sociedad frenética, que ha adquirido ritmo propio, que siempre tiene prisa, que siempre tiene algo que hacer. Hoy en día, “no hacer” significa no ser productivo, no estar al día, no aprovechar el tiempo, en definitiva “no ser”.
La sensación que produce este estilo de vida es la de tener que estar continuamente ocupados, conectados; nos mantiene alerta, mecanismo relacionado con las respuestas del estrés.
Sin embargo, es cierto, que el estrés es necesario para la supervivencia de la especie, pero a largo plazo, cuando el estrés se mantiene en el tiempo, los niveles de cortisol elevados (hormona relacionada con el estrés) tienen efectos perjudiciales para la salud.
Por tanto, el estrés, es sin duda, uno de los grandes problemas de la sociedad y afecta a cada vez más población en determinados momentos de la vida. Y las consecuencias son claras, cada vez más gente sufre dolencias como depresión, ansiedad y enfermedades psicosomáticas, todas ellas asociadas los niveles altos de estrés.
Las claves del Mindfulness como herramienta contra el estrés
Pero… ¿qué es lo que subyace bajo la activación de los mecanismos del estrés? Muy relacionada con el estrés, está nuestra capacidad para reconocer y gestionar nuestra actividad mental.
Nuestra mente se encuentra en constante diálogo, rumiando, yendo al pasado y haciendo anticipaciones al futuro, planificando, etc. Por lo tanto, es importante que aprendamos a reconocer cuáles son los pensamientos que vienen a nuestra mente, y qué sentimientos están asociados a estos pensamientos.
Desde esta perspectiva trabaja la filosofía Mindfulness, que se basa en aprender a tomar consciencia, para focalizar nuestra atención en aquello que queremos y disfrutar así de una experiencia plena, sin estar absortos en otros pensamientos.
Desde hace algunos años el Mindfulness se ha ido instalando en nuestras vidas como una fórmula para aprender a disfrutar de la vida plenamente. Pero… ¿de dónde surge esta idea?
Fundamentos en una tradición milenaria
Mindfulness es una palabra de origen anglosajón, y es un término empleado para traducir la palabra “pali sati” que denota conciencia, atención, recuerdo. Esta atención plena, se conjuga con técnicas de meditación que tienen que ver con la tradición budista.
Podemos decir que Mindfulness es una cualidad de la mente, o una capacidad de estar consciente en el momento presente. La práctica del Mindfulness nos invita a valorar la vida desde una nueva perspectiva, la de ver con claridad lo que está ocurriendo en el “aquí y ahora”.
John Kabat-Zinn aporta una definición de Mindfulness que lo caracteriza como“prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”.
La práctica de Mindfulness está teniendo muy buenos resultados en el ámbito de la psiquiatría y la psicología clínica. Y no es para menos, ya que los beneficios pueden hacerse notorios desde la primera práctica.
¿Cómo empezar a practicar?
Para empezar a practicar Mindfulness podemos hacerlo con meditaciones informales y después pasar a la práctica formal. La meditación informal es aquella que realizarnos cuando estamos prestando atención plena a determinadas actividades automáticas, es decir, que realizamos sin darnos cuenta o como se suele decir con el “piloto automático” puesto.
Son actividades que en general no son agradables ni desagradables y que hemos convertido en hábitos: ducharse, caminar de un lado a otro, cepillarnos los dientes, conducir, cerrar la puerta con llave antes de salir…
La propuesta desde la práctica informal de la consciencia plena es que elijamos una actividad o hábito que solemos hacer de manera automática y lo hagamos con plena consciencia. Para realizar las prácticas formales o meditaciones es necesario disponer de un lugar y un tiempo adecuados, ya que la consciencia plena es una cualidad de la mente, pero requiere de entrenamiento y para ello es necesaria la práctica diaria.
Una propuesta de formación en Mindfulness
Para los que quieran iniciarse en la práctica de Mindfulness, o profundizar en la vivencia plena, en Centro TAP, desde nuestro compromiso por acompañar y crear espacios de crecimiento personal, utilizamos estas técnicas como complemento a nuestra labor terapéutica obteniendo muy buenos resultados a corto, medio y largo plazo.
Además, ofrecemos talleres de entrenamiento en Mindfulness para todas las personas que estén interesadas en conocer y profundizar en la práctica de esta disciplina. Aprender a disfrutar de la vida con consciencia y plenamente está en tu mano. ¿Te unes?.
Fuente: www.psicologiaymente.com
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