La Terapia Brainspotting en qué consiste
¿Has oído hablar de la terapia Brainspotting? Probablemente no, porque no es una terapia demasiado conocida ni extendida. Sin embargo, puede ser una gran opción a la hora de aliviar la tensión física y emocional derivada de sucesos traumatizantes.
¿Qué es exactamente el Brainspotting?
Para explicar qué es el brainspotting, lo mejor que podemos hacer es explicar de dónde viene el término. Y es que, como puedes suponer, “brainspotting” es un término inglés, que significa, literalmente, “punto cerebral”.
Este es un método muy innovador que viene utilizándose en psicología desde hace relativamente poco tiempo, y que consiste en abordar el sufrimiento de una forma más profunda y transformadora que otras técnicas.
De esta forma, se puede ayudar a la persona que está sufriendo a recuperarse de las heridas emocionales que un evento traumático le ha causado.
Esta técnica, como decimos, es bastante novedosa. De hecho, fue descubierta en el año 2003 por el psicoterapeuta David Grand, mientras estaba practicando terapia EMDR con sus pacientes.
Durante una de estas terapias, se dio cuenta de que, cuando reducían los movimientos oculares, podían procesar las experiencias traumáticas de una forma más tolerable, sin un impacto tan elevado.
Es decir, Grand se dio cuenta de que las personas mostraban reacciones reflejas poco frecuentes cuando sus ojos se encontraban en determinadas posiciones.
Y es así como desarrolló el brainspotting, que consiste en conectar las reacciones emocionales y las reacciones físicas que una persona tiene en la actualidad con los eventos traumáticos del pasado. Con ello, se puede identificar el “punto cerebral” y, con trabajo, liberar las emociones de la experiencia traumática que han quedado bloqueadas.
¿Por qué las experiencias traumáticas se quedan bloqueadas en el cerebro?
Todas las experiencias estresantes que podemos considerar una amenaza pueden acabar por convertirse en un trauma. Es un mecanismo normal del cerebro, porque busca protegerse (y protegernos). Sin embargo, el hecho de que busque algo, no significa que lo consiga. De hecho, a menudo, esos mecanismos de protección son contraproducentes.
Esto se ve, especialmente, cuando los traumas se derivan de una situación difícil que hemos pasado en algún momento, y para la cual no hemos contado con el apoyo adecuado (algo fundamental a la hora de procesar emociones negativas e integrarlas en nuestra vida).
El resultado de esto es que la experiencia negativa se queda grabada en nuestro cerebro y se transforma en un trauma que se activa en distintas situaciones y que, como ya debes saber, afecta negativamente a nuestro equilibrio emocional y físico.
Esto, que podría sonar muy etéreo, lo cierto es que ha sido confirmado por estudios de la Universidad de Harvard, en los cuales se ha podido ver que las huellas dolorosas quedan grabadas en el cerebro, activando la amígdala, el núcleo del miedo y la corteza visual.
Esto es muy importante, porque, cuando una experiencia negativa se procesa correctamente, ésta pasa a formar parte de la narrativa vital de la persona, por lo que, al recordarla, el área del cerebro que se activa es el área de Broca, responsable del lenguaje.
Es decir, hay una relación clara entre las áreas del cerebro que se activan para un mismo suceso emocional doloroso procesado correctamente y uno procesado incorrectamente.
Teniendo esto en cuenta, el secreto del brainspotting reside en que la mayoría de las personas, cuando recuerdan las experiencias traumáticas, experimentan un nivel de excitación fisiológica que puede ser excesivo para ellas, y acaba conllevando que no procesen adecuadamente la situación (lo que impide su mejoría).
Con el brainspotting, en cambio, se pueden integrar las zonas relacionadas con la información visual y somatosensorial, lo que permite que la memoria reajuste el trauma sin necesidad de que aparezcan ansiedad ni angustia, que es lo que sucedía con los métodos y las técnicas tradicionales.
Cómo funciona el Brainspotting
Pero… ¿Cómo se aplica exactamente la técnica? Pues lo cierto es que el brainspotting no es más que una posición concreta del ojo, que se vincula con una activación de un circuito neuronal concreto en el cerebro, que es el que almacena la información sobre nuestra vida.
El psicoterapeuta buscará ese punto mientras mueves los ojos (y te pregunta, por ejemplo, si sientes más o menos ansiedad, etc). Y, una vez detectado ese punto, se trabajará en la terapia propiamente dicha, mientras mantienes la mirada fija en esa dirección.
Puesto que cuando miras en esa dirección el cerebro está en proceso de recuperar recuerdos y procesarlos, es normal que aparezcan reacciones fisiológicas y psicológicas razonablemente fuertes. Pero es en eso sobre lo que hay que trabajar para que se produzca la sanación emocional.
Parece magia, pero no: Es ciencia.
Como puedes ver, la terapia Brainspotting es una gran forma de aliviar la tensión física y emocional que se deriva de sucesos que causan lesiones emocionales. Por tanto, si has tenido algún trauma, deberías valorar la posibilidad de someterte esta terapia.
Fuente: www.psicoactiva.com
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