por Carolina Herrera | Dic 27, 2017 | Uncategorized
Las constelaciones familiares, son en primer lugar, una experiencia emocional, transformadora, intensa y vivificante. Después de asistir a un taller de Constelaciones Familiares es difícil que se pueda volver a mirar y sentir la vida como antes.
A ello añadiré que técnicamente son un tipo de Psicoterapia Sistémica Familiar, desarrollado por BERT HELLINGER (teólogo, pedagogo y psicoanalista), a partir de otras muchas técnicas de carácter psicoterapeútico y también de ritualización ancestral que el ser humano ha utilizado desde su aparición sobre la faz en la tierra para comunicarse con esa parte propia que no es tangible, llámese psique o alma, o pensamiento, o…
Como terapeuta mantengo que las personas hacemos lo mejor que sabemos en nuestras vidas y con nuestras vidas. A menudo hay conflictos que se nos resisten y que arrastramos durante mucho tiempo sin poder reconducir. ¿Somos torpes, entonces? ¡No! seguramente, la raíz de esos comportamientos o problemas se hallen en nuestro subconsciente, elemento muy poderoso al que no solemos dar el peso ni la importancia que tiene. Y como están ahí escondidos y latentes, nunca llegamos a darles solución. Y así van pasando los años y vamos perdiendo la oportunidad de ser felices… Y repetimos una y otra vez los mismos patrones de conducta (los mismos conflictos en diferentes trabajos o con distintas parejas, inseguridades, problemas económicos, adicciones, ansiedad, miedos, fobias, incluso problemas de salud…).
Las Constelaciones Familiares es uno de los métodos más rápidos y efectivos que hay en estos momentos en el panorama terapéutico para ver de forma muy precisa bloqueos, creencias limitadoras, lealtades ocultas, amores ciegos…etc. que se encuentran en nuestro subconsciente. Hacen su trabajo al margen de nuestra voluntad consciente y ayudan a mantener y sostener nuestros problemas; se diferencia de otros procedimientos por su eficacia y rapidez (si bien no exime al cliente de su responsabilidad y puesta en práctica de su compromiso posterior), por lo que cada vez más psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas se interesan por las Constelaciones Familiares como herramienta terapéutica según el asunto a tratar.
En una Constelación Familiar, de duración más o menos de una hora, sale a la luz y se aborda el verdadero motivo causante del problema presentado por el cliente. La mayoría de los problemas psicológicos, vienen de nuestra historia y relación familiar. El niño, por amor ciego y lealtad al sistema, por querer ser querido y tener un lugar de dignidad en su familia, adopta INCONSCIENTEMENTE comportamientos, creencias, y soporta cargas que le dificultarán la vida de adulto.
En la Constelación Familiar observamos de inmediato la dinámica que causa el sufrimiento y, si se dan las circunstancias apropiadas, la corrige en el mismo momento. En la familia, el orden del Amor tiene que ser respetado; por ejemplo, que los padres sean padres y los hijos sean hijos, (¿cuántas veces hemos visto a hijos ejercer de padres de sus propios padres?). Estos son los precios que los hijos pagan gustosamente, porque los hijos por amor a los padres se sacrifican a través del amor ciego que sienten hacia ellos. Pero este “desorden” con el tiempo trae desequilibrio y dinámicas difíciles que hay que reorganizar.
En las Constelaciones Familiares también nos preguntamos qué personas del sistema familiar están siendo excluidas (niños que murieron, parejas anteriores, abortos, suicidios, etc.). Estas personas tienen que ser reintegradas porque, si no, la consecuencia, es que otras (descendientes) las representen o sufran los efectos… Porque una de las Leyes del Amor que observó Hellinger es que en la familia NADIE DEJA DE PERTENECER bajo ninguna circunstancia y a todos hay que respetarles su lugar.
También miramos sistemáticamente los hechos más importantes o más profundos de la familia (parejas anteriores y actuales, violaciones, abortos, suicidios, muertes prematuras, enfermedades, hijos conflictivos, hijos adoptivos, etc.). Entonces, con mucho respeto y consideración, movemos las imágenes familiares que son determinantes, dándoles a las personas representadas el orden que les corresponde citando frases concentradas sanadoras. Cuando un miembro del sistema se mueve, todos los demás se recolocan a su vez, encontrando una mejor armonía. De esa forma iremos observando como el cliente interioriza poco a poco, movimientos de solución y movimientos hacia la vida.
Observamos como en cada familia hay un “Alma Familiar Real”, una conciencia en el inconsciente, que tiene su influencia hacia el individuo y que se intuye a través de la fuerza que une y dirige las vivencias, los guiones y los destinos de las personas que pertenecen a este sistema familiar y que lo hace conforme a ciertas leyes, es decir a ciertos “Ordenes del Amor” que tienen que ser respetados para que el Amor se logre. Las personas aún y cuando creen que se realizan como individuales, éstas, están “siendo leales” a movimientos más amplios de su sistema familiar.
El biólogo RUPERT SHELDRAKE habla de campos morfogenéticos y afirma que la memoria está en el ambiente, en el contexto, en la forma en la que cristalizan las estructuras y los procesos, y que esta memoria puede ser captada”. De ahí que en la constelación los representantes puedan acceder a los registros emocionales de las personas que representan de una manera tan fluida y natural.
El alcance del trabajo de Constelaciones Familiares no se limita a la persona que ha hecho su Constelación, sino también a su sistema familiar, ya que cuando un miembro del sistema se mueve, todos los demás se recolocan encontrando un mejor equilibrio, llegando sus efectos a las personas vinculadas al sistema con el que hemos trabajado. Asimismo, también afecta al resto de participantes del taller, ya que muchas problemáticas son comunes y nos ayudan a darnos cuenta de dinámicas parecidas en nuestro entorno.
Una Constelación Familiar sigue teniendo efectos y sigue moviendo los hilos profundos del Alma Familiar aún después de mucho tiempo.
Es un trabajo para nuestra prosperidad. Para poder disfrutar más de lo que ya poseemos, para estar abiertos a nuevas riquezas. Para disfrutar más de nuestro trabajo y del “camino” que recorremos cada día en pos de nuestros proyectos e ilusiones. Nos olvidamos que ése debería ser un camino de placer y facilidad y las constelaciones nos lo recuerdan en cada trabajo y cada experiencia.
Fuente: blog.espaciolunaroja.es
por Carolina Herrera | Dic 22, 2017 | Uncategorized
La complicada decisión de destetar al bebé
Hoy te quiero hablar del destete, estamos a Martes y entre ayer y hoy me han llamado tres madres con la misma pregunta. Quiero destetar a mi hijo y no se como hacerlo. ¿Me puedes ayudar?
Es importante tener claro que no es lo mismo realizar un destete con un bebé pequeño que con un niño que ya puede entender los motivos por lo que queremos destetarlo. No hay que olvidar que el factor emocional en el destete es muy importante, por lo que este proceso hay que realizarlo de una manera escalonada y respetando los tiempos de cada uno, sin que resulte traumático para ninguno de los implicados.
Muchas madres se sientes muy tristes, angustiadas por la idea de destetar y otras se pueden sentir seguras, aliviadas con la decisión tomada. De una manera u otra es importante realizar el proceso con calma y mucho amor.
¿Por qué una madre llega a decidir destetar a su bebé/hijo?
En muchas ocasiones sucede por la presión del entorno, por la vuelta al trabajo o porque el niño muerde, sigue pidiendo mucho por la noche, un nuevo embarazo etc etc… Las causas pueden ser múltiples.
Es importante que la madre durante el destete se sienta acompañada por un entorno que la comprenda y respete en su decisión. Este momento se vive mejor sin sentirse juzgada.
Destete por iniciativa de la madre
Cómo ya he comentado anteriormente el destete siempre va a realizarse de manera gradual a ser posible, ya que un destete brusco puede generar una serie de problemas. No sólo emocionales en madre o hijo, sino físicos en la madre; cómo puede ser ingurgitación mamaria (los pechos se hinchan y se encuentran duros y doloridos), en ocasiones pueden haber problemas más graves, se puede incluso presentar (mastitis, obstrucciones o abscesos) estos podrían evitarse si el destete es progresivo y el pecho se va adaptando a las nuevas necesidades del niño.
Es el niño el que deja el pecho
Si es el niño el que decide dejar el pecho, es él quien marca los ritmos. En ocasiones puede suceder de la noche a la mañana. Este es un momento bastante angustioso para la madre que no ha tenido tiempo de hacerse a la idea.
En algunas ocasiones puede suceder más paulatinamente, vemos que el bebé ya no está tan interesado por el pecho y en ocasiones se salta tomas. Hasta que poco a poco lo va dejando por completo.
Destete forzoso
En la vida de una madre lactante puede darse el caso de tener que recurrir a tratamientos médicos o situaciones inesperadas que truncan la lactancia sin previo aviso. Esto puede ocurrir si hay una operación de urgencia, una enfermedad que requiere una medicación incompatible con la lactancia (siempre es interesante contrastar información en www.e-lactancia.org), un viaje, etc..
En estos casos tanto la madre como el niño precisan de apoyo emocional para sobrellevar esta situación de la manera menos traumática posible.
Pautas a seguir
Intentamos no ofrecer el pecho, pero no rechazamos al niño. ¿Y esto, cómo se hace? Tenemos que sustituir ese momento placentero por otro momento placentero. Lo tomamos en brazos, le cantamos, mimamos, acunamos, contenemos…. le damos el cariño que el pecho ya no puede darle. No pienses que esto va a ser coser y cantar, ¡Puede ser que si! pero no es lo habitual. Vas a necesitar mucha paciencia y amor.
También podemos estar atentas a los momentos en los que el niño solía mamar, y ofrecerle alternativas atractivas a ese momento.
Si el niño es más pequeño y el pecho era su fuente de alimento debemos ofrecer otra alimento, aquí si que debemos de sustituir el pecho por leche artificial o sólidos en el caso de haber introducido ya la alimentación complementaria. Y si el niño lo acepta, puede ser dado por otra persona distinta a la madre, ya que de ti va a querer el pecho.
Esta situación requiere mucha atención hacia el niño, ya que este puede sentirse doblemente rechazado. Uno porque no se lo da su principal alimento (leche materna) y dos porque se le priva de la madre.
Y ahora por la noche ¿Qué?
Quitar la teta por la noche suele tener su intringulis, ya que es más costoso para el niño y para nosotras que nos sentimos mas cansadas y con menos fuerza de voluntad. Aquí vas a tener que armarte de valor y paciencia para acompañar a tu niño en el proceso. Si es un bebé y vas a sustituir el pecho por el biberón, puede que te resulte fácil la transición. Si es un niño más mayorcito tendrás que acompañarlo emocionalmente para que entienda por qué has tomado esa decisión.
Es importante ser sinceras con ellos y expresarles como nos sentimos. También es importante estar receptivas a lo que ellos están viviendo.
Como has podido leer doy mucha importancia al tema emocional. Para mi es fundamental que empaticemos con sus emociones a la hora de tomar cualquier decisión. Eso va a facilitar mucho el proceso.
Lo ideal sería realizar un destete pactado.. Así todos lo llevamos mejor.
Fuente: blog.espaciolunaroja.es
por Carolina Herrera | Dic 20, 2017 | Uncategorized
Hoy tengo el placer de tener en este espacio a Alicia Conca, una gran amiga y profesional.
Alicia tiene su centro en Villena (Alicante) donde realizan diferentes actividades y terapias destinadas a la Maternidad.
Ella tiene mucho que aportar, nos podemos beneficiar de su saber y sus años de experiencia, así que para empezar a abrir boca nos va a hablar de las Flores de Bach.
Soy Alicia Conca y me considero una enamorada de las Esencias Florales.
Cuando me propusieron escribir un artículo sobre Flores de Bach para Ser Madre Ser Padre, no pude negarme. Para mí es un regalo hablar de ellas y hacerlas llegar a más gente.
Mi mayor satisfacción es hacerlas llegar a mamás y papás que están inmersos en la Concepción, Gestación y/o crianza de sus hijos, ya que es un momento crucial y con mucha repercusión a nivel emocional para ambos (incluido el bebé).
El tratamiento con Flores de Bach fue creado por el Dr. Edward Bach en 1935.
El Dr. Bach opinaba que: nuestros miedos, ansiedades y demás, nos abren la puerta a la enfermedad. Por lo que hay una conexión directa entre los sentimientos y la enfermedad física y real.
Es por ello que los Remedios Florales pueden ayudarnos mucho en prevención. Trabajando con los síntomas podemos ayudar al cuerpo a modificar conductas, emociones, pensamientos y evitar así, la enfermedad física.
¿Por qué nos pueden ayudar tanto las Esencias Florales en la Maternidad y Crianza?
Porque en esta etapa se viven muchísimos cambios tanto físicos cómo emocionales y dependiendo de cómo los vivamos, sobre todo las mamás gestantes, van a influir más o menos al bebé en gestación, o incluso nuestro estilo de vida y estado emocional, van a facilitar o impedir un embarazo, un buen parto y/o una crianza saludable.
Es bien sabido, que lo habitual cuando una mujer busca un embarazo es que esté en un buen momento a nivel físico y emocional. Los nervios, la tensión, el estrés, la obesidad, el sobrepeso, hacen que ese embarazo pueda demorarse o incluso que no llegue a producirse. Trabajando con las Esencias Florales vamos a ayudar a esa mujer a encontrar el equilibrio.
Nos lo he contado pero las Flores de Bach son 38 flores y cada una de ellas es para un estado de ánimo diferente.
Es algo muy importante a tener en cuenta, ya que dos personas con estrés no tienen porque tomar la misma esencia floral. Cada una de ellas puede estar estresada o vivir el estrés de una manera distinta.
Una mujer embarazada tiene que tener claro que dependiendo de cómo esté ella, así será su gestación y/o parto. Si durante el embarazo vive angustiada por el miedo o la incertidumbre, su bebé está creciendo rodeado de todas estas hormonas del estrés. Y esa situación alargada en el tiempo, puede producir que el niño sea más nervioso o propenso a ciertos miedos. En cambio, si su gestación es tranquila y estable, el bebé que espera será mucho más tranquilo y con un flujo energético más equilibrado.
¿Qué Esencias Florales nos pueden ayudar en la Maternidad?
Si estas buscando un embarazo o estas criando a tu bebé y te sientes rígida en esa situación. Rock Water te ayudará a fluir con el momento que estás viviendo y a aceptar la situación. Facilitará el que te relajes y tu cuerpo se prepare para la concepción.
Walnut es la flor ideal en la Maternidad en todas sus fases, ya que Walnut es la flor del cambio. Y por si no lo habéis pensado, la maternidad,desde la concepción hasta la crianza de nuestro hijos es un continúo cambio. Además Walnut nos ayuda a adaptarnos a las nuevas situaciones.
¿Y qué pasa cuando hay problemas y el embarazo no llega?
En ocasiones la mujer o el hombre ha vivido experiencias traumáticas que impiden un embarazo. En esos casos Start of Betlehem nos ayudará a trabajar con ese trauma y liberarnos de esa carga. Mariposa Lily y Pomegranate también nos ayudarán en caso de problemas en el útero, cómo endometriosis, ovarios poliquisticos, etc.
Y las náuseas? Qué hacemos con ellas?
Pues tanto Walnut como Scleranthus nos pueden ayudar para encontrar un equilibrio y que estas desaparezcan.
Mimulus y Rock Rose serán ideales cuando vivimos con miedo o terror el momento del parto o de alguna prueba. Harán que nos enfrentemos a esos momentos desde la confianza y la tranquilidad, aportando a nuestro bebé ese estado de calma.
En ocasiones la mujer embarazada ve el parto cómo el fin de todo. Pero realmente el nacimiento del hijo es el comienzo, el principio de nuestro rol de madres/padres. Cuando más atento hay que estar a las necesidades del hijo. Y por desgracia en ocasiones, en cuando los padres se relajan o se sienten tan desbordados y tan perdidos que no están al 100%. En esos momentos Larch nos dará confianza y Elm nos ayudará a no sentirnos desbordados por la situación.
¿Y el bebé, puede tomar Esencias Florales?
Las Esencias Florales son óptimas para bebés, embarazadas, niños y público en general. No tienen efectos secundarios, pero si pueden abrir procesos internos profundos en lo que a nivel emocional se refiere. Por eso siempre recomiendo que la toma de esencias sea acompañada por un profesional cualificado, para acompañarnos en esos momentos.
Espero que encuentres en la Esencias Florales todo lo necesario para encontrar el equilibrio en tu Maternidad y en tu vida.
Fuente: sermadreserpadre.com
por Carolina Herrera | Dic 19, 2017 | Uncategorized
Cada etapa de la existencia humana conlleva una serie de retos y dificultades. Salir airoso de cada una de ellas nos conduce a la felicidad.
Anna R. Ximenos
Más que una sucesión lineal de acontecimientos, nuestra vida está hecha de discontinuidades, cambios repentinos que implican aceptación y duelo, pero también nuevos retos y oportunidades. La clave para superar estos momentos de crisis es volver al centro de nuestro ser y recuperar nuestras capacidades ocultas.
La existencia humana, aunque siga un hilo de continuidad, es discontinua, con sucesivas etapas y momentos en que nos enfrentamos a nuevos retos. Desde el nacimiento hasta el final de la vida hay una sucesión de cambios constantes: siempre estamos en proceso de ser algo nuevo, distinto, de trascendernos.
La tendencia central del ser humano es la búsqueda de un sentido para su existencia. La formación de la persona es posible en la medida en que esta supere las crisis típicas que se le vayan presentando a lo largo de las distintas fases de la vida y le den sentido a su recorrido vital.
Crisis existenciales en las fases de la vida
El sentido original de la palabra crisis es “juicio” (como decisión final sobre un proceso) y, en general, terminación de un acontecer.
La crisis resuelve, pues, una situación en alguna etapa de la vida, pero, al mismo tiempo, define el ingreso en una situación nueva que plantea sus propios problemas. En el significado más habitual, y tal como acostumbramos a entenderla, crisis es esa nueva situación y todo lo que trae consigo.
A priori no podemos valorar una crisis como algo positivo o negativo, ya que ofrece por igual posibilidades de buena o mala resolución. Sin embargo, en general, las crisis biográficas de una persona acostumbran a ser claramente beneficiosas.
Una de las características comunes a todas las crisis es su carácter súbito y, generalmente, acelerado. Las crisis no surgen nunca de forma gradual y parecen ser siempre lo contrario a toda permanencia y estabilidad.
La crisis biográfica o personal delimita una situación que nos precipita a una fase acelerada de la existencia, llena de peligros y amenazas, pero también de posibilidades de renovación personal.
Peligros y oportunidades
En todas las crisis de la vida se presentan, al mismo tiempo, el peligro y la oportunidad. La persona no vive prisionera de una personalidad forjada para siempre durante la infancia o la adolescencia, sino que cambia con el tiempo, por lo que las posibilidades de éxito ante una crisis son casi ilimitadas. Otra de las características de la crisis es que, usualmente, tan pronto como esta aparece, el ser humano busca una solución para salir de ella. Puede decirse por ello que la crisis y el intento de resolverla se dan simultáneamente.
Dentro de los caracteres comunes en las personas hay múltiples diferencias a la hora de afrontar las crisis. Algunas crisis son más normales que otras: son las típicas para las cuales hay soluciones “prefabricadas”.
Otras son de carácter único y exigen para salir de ellas un verdadero esfuerzo de invención y de creación.
Algunas crisis son efímeras, otras son más permanentes; sabemos cuándo empiezan pero casi nunca cuándo terminan. También la solución a la crisis puede ser de muy diversos tipos, siendo en unas ocasiones provisional y en otras definitiva.
Tradicionalmente, desde la psicopatología de la reacción y el trauma, se ha diferenciado entre acontecimientos vitales (todos pasamos por ellos) y traumáticos (desencadenantes de las crisis).
Recientemente se ha comenzado a hablar de “acontecimientos críticos” (divorcio, pérdida de empleo…), acontecimientos que entran dentro de la experiencia humana común pero que, en algunos casos, pueden precipitar una crisis y que, en cualquier caso, exigirán un gran sobreesfuerzo de adaptación por parte de la persona afectada.
¿Qué nos enseñan las crisis biográficas?
Tal vez lo más interesante de las crisis existenciales es que obligan a la persona a conectar con su propia historia cronológica, a detenerse y a hacer balance (tomar perspectiva, repasar su tabla de prioridades, redefinir sus deseos…) de su trayectoria vital, en cada etapa de la vida.
En un mundo capitalista donde, como individuos mal interconectados y egoicos, nos desparramamos en la búsqueda de las satisfacciones inmediatas (anclados en la pulsión por el “ahora”, sin pasado ni futuro), contemplamos indefensos cómo nuestro campo temporal se empobrece tremendamente.
La falta de tiempo se ha convertido en algo así como una enfermedad cultural (un dicho africano señala que todos los blancos tienen reloj, pero nunca tienen tiempo), una carencia esencial que nos vuelve completamente incapaces para aprender del pasado y para proyectarnos en el futuro.
Se trata del fenómeno, repetidamente analizado, de la contracción del espacio-tiempo de las sociedades modernas.
Cada vez deambulamos más por no-lugares, espacios sin identidad ni historia (grandes superficies, aeropuertos, centros comerciales, supermercados…), haciendo gala de una personalidad solitaria, provisional y efímera.
Es lo que bien define el filósofo Zygmunt Bauman como “modernidad líquida”, que designa el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos y donde los nexos son frágiles y caducan demasiado pronto como para ayudarnos a entender el sentido de nuestros días.
Las crisis biográficas nos ponen en el centro de nuestro ser y nos obligan a revisarnos como seres humanos. En virtud de estas se abre una especie de abismo entre un pasado –que ya no se considera vigente ni influyente en la vida presente– y un futuro que todavía no está constituido.
Las crisis nos obligan a mirarnos, a vivir en nuestro tiempo, a narrar nuestra historia personal.
Formas de afrontarlas
Los expertos muestran que las formas de encarar tales periodos críticos moldean el carácter y forjan la existencia de las personas. La clave para una adaptación saludable consiste en encontrar nuestras propias capacidades para salir de las dificultades en las que estamos.
A pesar de las ansiedades que inevitablemente abruman a cada persona, todos tenemos la capacidad de sortear bien una crisis y de saber buscar, y encontrar, activamente una solución. De mostrarnos deseosos de saber más. De saber descansar cuando nuestra eficacia decae por cansancio, y de reordenarnos para volver a la lucha en cuanto hemos recobrado las fuerzas perdidas.
En nuestro interior se encuentra la capacidad de saber aceptar, e incluso de obtener ayuda, considerando esto no como un signo de debilidad por nuestra parte, sino más bien de madurez.
El paso de una etapa a otra, está siempre impregnado de una cierta tensión psicológica que es síntoma de evolución, de crecimiento, de maduración.
Desde el punto de vista psicológico, correspondería ir pasando de una a otra etapa de forma consciente y paulatina, encontrando en cada una de ellas su propio significado al igual que nuevos valores y objetivos.
Según el filósofo José Ortega y Gasset, vivir es encontrarse en el mundo, hallarse envuelto y aprisionado por las cosas que constituyen nuestras circunstancias. Pero la vida no es solo hallarse entre las cosas como una más de ellas, sino saberse viviendo, ser consciente de lo que uno hace.
La vida no es ninguna sustancia ajena o preexistente al sujeto que vive. La vida es actividad pura, y tiene que hacerse constantemente a sí misma en el tiempo, en el espacio. La vida es elección.
Los retos de las 4 etapas vitales
¿Cuáles son los retos que afrontamos en cada una de las etapas de nuestra vida? Repasamos las crisis existenciales y la forma que tenemos de plantar cara a cada momento.
- Infancia
Para que el niño goce de un adecuado crecimiento y pueda ir adentrándose en el mundo social, es importante que disponga no solo de un entorno amoroso, cálido y cuidador, sino que este pueda proporcionarle límites adecuados y el ambiente idóneo para que pueda sentirse seguro.
Compartir el mayor tiempo posible con nuestros hijos, evitando al máximo los “canguros cibernéticos” (televisión, consolas, tabletas, móviles…), los ayudará a desarrollarse en posteriores etapas.
- Adolescencia y juventud
Según distintos estudios de alcance mundial, los adolescentes felices, al alcanzar la edad adulta, gozan de mejor salud física y psíquica.
Unicef señala que el 70% de los trastornos mentales comienzan antes de los 24 años de edad.
Es necesario, por lo tanto, dotar al adolescente de herramientas para que pueda relacionarse de modo autónomo con el mundo exterior, respetando su necesidad de intimidad y ayudándole a fomentar vínculos sanos con amigos.
Ante la omnipresencia de la tecnología, cada vez más apabullante en la vida de todos y más en la vida de los jóvenes, hoy más que nunca es importante reforzar las actividades al aire libre, estimular la lectura y el pensamiento y seguir compartiendo espacios de relación con nuestros adolescentes.
- Madurez
Tal vez sea este el periodo más estable del ser humano. El sentido del “sí mismo” se extiende, la persona se convierte en parte activa de la sociedad y el trabajo configura la vida individual.
Ante los apremios de una vida cada vez más apresurada, es imprescindible intentar componer con un mínimo de equilibrio el puzle de nuestras exigencias y deseos. Para conseguirlo, es importantísimo gozar de espacios y tiempo para uno mismo.4. Senectud
Es la última etapa en la vida de las personas. Llegados a este punto, es importante afrontar de modo adecuado la jubilación y aprovechar la oportunidad de realizar aquellas actividades o tareas que hemos ido postergando por falta de tiempo. No es la edad en sí misma lo más importante, sino cómo la vivimos.
A tener en cuenta:
La crisis personal nos precipita a una fase acelerada de nuestra existencia y se presenta al mismo tiempo que la oportunidad de resolverla nos ponen en el centro de nuestro ser, nos obligan a mirarnos, a vivir en nuestro tiempo, a narrar nuestra historia personal. La clave para una adaptación saludable consiste en encontrar nuestras propias capacidades para salir de las dificultades.
Fuente: mentesana.es
por Carolina Herrera | Dic 15, 2017 | Uncategorized
Sentirse vacío es una de las peores sensaciones que puede experimentar una persona. Si sientes un vacío interior, si en los últimos tiempos nada te motiva y crees que la vida ha perdido el sentido, es probable que estés atravesando por un período de vacío existencial. Muchas personas experimentan ese sentimiento de vacío en algún momento a lo largo de su vida, el cual llega acompañado de soledad, anhedonia y la sensación de estar desconectado del mundo.
¿Qué causa ese sentimiento de vacío emocional?
El vacío emocional puede estar causado por muchas razones. Una de las más habituales es la pérdida de un ser querido, ya sea porque ha muerto o porque se ha producido una separación. Sin duda, la ausencia de la persona que durante cierto tiempo le ha proporcionado un propósito y estructura a tu vida, puede desencadenar esa sensación de vacío interior. Ocurre con frecuencia cuando se pierde un hijo (o cuando estos se van de casa) o se produce una separación de pareja.
La sensación de vacío también puede desencadenarse por la pérdida del trabajo, sobre todo si era muy importante para ti y muchos de tus sueños, expectativas y metas dependían de él. Un cambio repentino que te obligue a renunciar a una parte trascendental de tu vida, como puede ser la mudanza a otro país o una enfermedad, también puede generar ese sentimiento de vacuidad. De hecho, en los periodos de transición suele aflorar esa sensación de vacío existencial, ya que estas etapas van acompañadas de incertidumbre y suelen demandar una reestructuración importante en los planes de vida
Sin embargo, es importante comprender que esas situaciones solo actúan como desencadenantes. El sentimiento de vacío no se debe exclusivamente a la pérdida sino que se relaciona más con el “yo”. El vacío existencial es, ante todo, una disociación que implica la pérdida de contacto con uno mismo. Es como si poco a poco te fueras desconectando de ti y comienzas a ver pasar tu vida sin ningún interés, como si fueras un mero espectador de una obra que carece de sentido.
Lo que sucede es que mientras te mantenías enfocado en un objetivo o una persona, no le prestabas atención a lo que sucedía dentro de ti, a esa progresiva reducción de tu esfera de intereses. Por eso, en la base de esa vacuidad también se suele esconder un estado de frustración existencial provocado por las metas, anhelos y expectativas malogradas.
Por ende, la sensación de vacío también implica un problema de auto-aceptación y una incapacidad para encontrar nuevos sentidos que te permitan reencauzar tu vida.
Los problemas que acarrea el vacío existencial
Sea cual sea la causa, ese sentimiento de vacío puede hacer que te sientas embotado emocionalmente, sin ánimos, solo y/o ansioso. Algunas personas intentan llenar ese vacío con una larga lista de actividades diarias que les impidan pensar, otras encuentran consuelo en la comida o sustancias adictivas como las drogas y el alcohol y otras se refugian en las compras compulsivas. Sin embargo, ninguna de esas alternativas son soluciones definitivas, son paliativos momentáneos que solo sirven para acrecentar aún más la sensación de vacío interior.
Cuando el vacío existencial no se aborda, lo más común es que la persona termine sufriendo una depresión, la cual se acompaña de la pérdida de la capacidad para experimentar placer, sentimientos de desesperanza e indefensión, así como, en los casos más graves, de ideación suicida.
Se ha apreciado que las personas que padecen depresión y anhedonia muestran un funcionamiento cerebral diferente. Varios estudios señalan que se produce una disrupción del mecanismo que nos permite experimentar placer.
Cuando algo nos agrada, la dopamina inunda algunas partes del cerebro, como el cuerpo estriado, una zona relacionada con la identificación de los estímulos significativos emocionalmente y la activación de las respuestas emocionales correspondientes de alegría, gozo y satisfacción.
Sin embargo, en las personas deprimidas que sufren anhedonia el cuerpo estriado es hipoactivo mientras que la corteza prefrontal ventral, un área vinculada con los estímulos aversivos y desagradables, es hiper-reactiva.
En otras palabras, el cerebro de estas personas solo responde ante los estímulos negativos, lo cual contribuye a fortalecer la tristeza, la desesperanza y la sensación de vacío. Afortunadamente, este mecanismo se puede revertir con el tratamiento adecuado.
Cómo dejar de sentirse vacío
- Reconoce el vacío. Es fundamental que no te refugies en comportamientos dañinos para esconder el vacío que sientes. El primer paso para dejar atrás esa sensación consiste en reconocerla. En vez de rechazar o intentar esconder esa sensación, di simplemente “me siento vacío”. No es necesario que te enojes ni que te sientas mal contigo mismo, ese sentimiento de vacío tan solo significa que tendrás que encontrar un nuevo sentido.
- Asume el vacío como una oportunidad. Un estudio realizado por investigadores canadienses y croatas demostró que la sensación de vacío y soledad se experimenta de manera diferente según la cultura. De hecho, en la filosofía taoísta y budista el vacío, el estado de Śūnyatā, se considera algo positivo ya que implica que no estamos aferrados a nada. Por eso, aunque en la cultura occidental el vacío existencial está rodeado de un halo negativo, puedes cambiar la perspectiva y asumirlo como una etapa más en tu vida que te brinda una oportunidad para cambiar y explorar nuevos horizontes. Aunque sentir ese vacío puede que no sea muy agradable, es una señal de que necesitas cambiar e ir más allá, por lo que no es necesariamente algo negativo.
- Deja de buscar fuera, mira dentro de ti. El vacío no se puede llenar con nada literal, no se puede rellenar con cosas, solo puede colmarse con símbolos que tengan un significado especial para ti. Eso significa que lo que llena a una persona y le da sentido a su vida, puede no funcionar en tu caso. La búsqueda de sentido siempre es un viaje personal, por lo que es esencial que mires en tu interior y encuentres tus propios significados, aquello que te hace vibrar, motiva e ilusiona.
- Pasa tiempo contigo. Recuerda que el vacío existencial es, en cierta forma, una desconexión de ti mismo. Es probable que durante mucho tiempo te hayas descuidado, por lo que es importante que comiences a explorar tus deseos, miedos, esperanzas y sueños, lo cual te ayudará a crear nuevos significados en tu vida. Quizá al principio te sientas incómodo, pero a medida que cuides más de ti y aprendas a conocerte mejor, ese sentimiento de vacío irá desapareciendo.
- Reconfórtate. Si has pasado mucho tiempo anteponiendo las necesidades de los demás a las tuyas, es probable que tu “yo” se haya debilitado. Para remediarlo debes comenzar a mimar y reconfortar al “niño interior” que hay en ti, dale una palmadita en el hombro cada vez que hace algo bien. Esa nueva forma de relacionarte contigo mismo te ayudará a fortalecer tu autoestima y aumentar tu autoconfianza, de manera que el sentimiento de vacío no tardará en desvanecerse.
La logoterapia como camino para la búsqueda del sentido de la vida
“El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida”, escribió el psiquiatra, creador de la logoterapia y autor del famoso libro “El hombre en busca de sentido”, Víktor Frankl.
A través de la logoterapia el psicólogo acompaña a la persona que sufre una crisis existencial o un vacío emocional en el camino que la conducirá a reencontrar el sentido de su vida.
Llenar ese vacío significa que tendrás que reconstruir tu identidad y volver a conectar con los demás, con la vida y contigo mismo. Si te parece que se trata de una tarea titánica, puedes contar con ayuda psicológica. En El Prado Psicólogos te ayudaremos a dejar de sentirte vacío y reencontrar la pasión por la vida.
Durante la terapia tendrás que afrontar preguntas trascendentales: para qué sirvo, qué quiero hacer en mi vida, qué me satisface de verdad… Estas preguntas te conducirán a un proceso de redescubrimiento interior, de manera que puedas explorar tus diferentes facetas e intereses, lo cual te permitirá plantearte nuevas metas y comprender que más allá de las circunstancias, tienes la libertad de elegir cómo reaccionar.
Además de la logoterapia, en terapia se utilizan otras herramientas para superar la sensación de vacío emocional, como el coaching para establecer objetivos o la hipnosis, para cambiar los pensamientos y emociones negativas por otros más positivos y conectar con tu motivación y fuerza interior.
Fuente: elpradopsicologos.es
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