por Carolina Herrera | Feb 13, 2017 | Uncategorized
Qué es la Anorexia
1. Descripción
Una dieta correcta permite alcanzar y mantener un peso adecuado para cualquier individuo. Cuando la persona, aún teniendo un peso saludable, siente que tiene un sobrepeso y convierte en algo habitual conductas como pesarse, medirse diferentes partes del cuerpo, contar las calorías que se consumen, preparar alimentos para los demás o reprimir la sensación de hambre, entonces es probable que se esté desarrollando el trastorno de la conducta alimentario llamado anorexia.
La anorexia tiene su origen en diversos factores, uno de ellos el contexto social, por lo que no es un problema orgánico. Es decir, no es como una gripe que se puede contagiar.
Cuando alguien padece anorexia, los pocos alimentos que consume tienen por característica ser “ligeros”; ya sean verduras o algunas frutas, así como muchos líquidos. Pueden llegar a usar medicamentos o productos para reducir más rápidamente de peso, como laxantes o diuréticos e inclusive vomitar el alimento.
2. Características
Cortar el alimento en trozos pequeños -evitar sentarse en la mesa con otras personas para comer -realizar ejercicio de manera exagerada -usar ropa holgada.
Es importante aclarar que la persona que padece anorexia sí tiene la sensación de hambre, sólo que busca reprimirla de cualquier forma que pueda.Si estas conductas se prolongan, comienzan a surgir carencias de proteínas, grasas, vitaminas y minerales, lo que tiene como efecto la disminución en la capacidad de actividades físicas y mentales, que en casos extremos, puede ser irreversible.
En la anorexia, la percepción del cuerpo está distorsionada, por lo que al verse en el espejo no se observan tal y como son, sino que tienen la imagen de que son personas obesas, por lo que mantienen estas conductas para bajar de peso.
3. Consecuencias
- Bajo peso corporal
- Resequedad de la piel y deshidratación
- Dolores de estómago y estreñimiento
- Cansancio y malhumor constantes
- Frío durante todo el día
- Anemia
- En el caso de las mujeres, ausencia del ciclo menstrual
- En etapas avanzadas, puede llegar a causar problemas cardiacos y la muerte
Qué es la Bulimia
1. Descripción
La forma en la que las personas se alimentan varía de unos a otros. Algunas conductas son correctas, pero existen otras como pasar largos periodos sin probar alimento, atracones (consumir en un tiempo corto una cantidad de alimento muy superior a la normal) y purgas (eliminación del exceso de alimento consumido a través de la provocación del vómito o el uso de laxantes o diuréticos) que son características del trastorno de la conducta alimentaria llamado bulimia.
Los alimentos que se consumen durante los atracones pueden variar de persona a persona, pero usualmente consisten en alimentos de alto contenido calórico (helados, pasteles, chocolates, etc.) o ricos en grasas (carnes, alimentos fritos como quesadillas o gorditas, etc.)
Posterior al atracón se presenta sensación de culpa, por lo que para aliviarla, recurren a la purga para eliminar el alimento, con lo que consiguen sentirse aliviados momentáneamente. Esto se repite y se mantiene, con momentos en los que la persona puede alimentarse correctamente, pero esto es temporal y termina regresando a este ciclo.
Si estas conductas se prolongan, comienzan a surgir carencias de proteínas, grasas, vitaminas y minerales, lo que tiene como efecto la disminución en la capacidad de realizar actividades físicas y mentales, que en casos extremos, puede ser irreversible.
Es importante mencionar que no es fácil notar si una persona padece bulimia, ya que los atracones y las purgas los hacen a solas y a escondidas.
2. Consecuencias
- Deshidratación y debilidad
- Mal aliento, aparecen más caries y se puede dar la pérdida de dientes
- Constante dolor en la garganta hasta la boca del estómago, por lo que es molesto hasta tragar saliva
- Problemas de digestión
- Consecuencia de uso de diuréticos y laxantes EN ANOREXIA Y BULIMIA
- Disminución de los reflejos
- El corazón no late adecuadamente
- Constante sensación de sed
- La luz resulta molesta
- Cólicos (dolores en el abdomen) y calambres
- No se absorben adecuadamente nutrimentos muy importantes para el organismo
¿Cuáles son las diferencias entre Anorexia y Bulimia?
Se diferencian por la forma en que las personas se comportan ante la comida. Puede darse el caso de que una misma persona sufre de ambos trastornos, bien de forma alternativa o sucesiva.
La anorexia nerviosa se caracteriza por un miedo exagerado a engordar y por una distorsión de la imagen corporal, que hace que las personas que la padecen se vean y sientan gordas cuando no lo están. En el caso de la bulimia nerviosa, además del miedo a la gordura, existe un sentimiento de pérdida de control con la comida.
¿Por qué aparecen estos problemas de salud?
En la sociedad actual está extendida la idea de que para triunfar en la vida es imprescindible responder al «canon de belleza» representado por cuerpos delgados y esbeltos.
La publicidad, la moda, los medios de comunicación, refuerzan esta idea y ejercen una considerable presión sobre las personas que no se ajustan a este canon ideal de belleza. La forma y el momento particular en que cada persona vive, siente asimila o interioriza estas situaciones contribuye, entre otros factores, a que enferme o no.
¿Cómo saber si estamos ante el inicio de estos problemas?
La etapa de cambios en la que estos problemas suelen aparecer es un momento en el que no es extraño que se den comportamientos peculiares, diferentes, como:
- Sensación de tristeza y soledad
- Círculo de amistades cada vez más estrecho
- Cambios en los hábitos en relación con la comida
- No coincidir con el resto de la familia a la hora de comer
- Aumento exagerado de la práctica de ejercicio físico
Fuente: www.pesatuvida.cl
Fotos: www.depsicologia.com
por Carolina Herrera | Feb 9, 2017 | Uncategorized
Cómo desarrollar la empatía
¿Cuántas veces hemos estado preocupados o angustiados por algo, y nos hemos encontrado con alguien que simplemente con una mirada, con un gesto o una palabra oportuna, ha hecho que nos sintamos mejor?. En este caso, la capacidad empática de esta persona es la que ha contribuido a nuestra mejoría. ¿Tenemos nosotros esta capacidad?, ¿Cómo podemos desarrollar este poder?, ¿En qué consiste realmente la empatía?
Dª. Trinidad Aparicio Pérez. Psicóloga. Especialista en infancia y adolescencia. Granada
1. ¿Qué es la empatía?
La empatía es la capacidad de entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás y compartir sus sentimientos.
No es necesario pasar por las mismas vivencias y experiencias para entender mejor a los que nos rodean, sino ser capaces de captar los mensajes verbales y no verbales que la otra persona nos quiere transmitir, y hacer que se sienta comprendida de manera única y especial.
2. ¿Cómo se desarrolla la empatía?
La empatía se da en todas las personas en mayor o menor grado.
No se trata de un don especial con el que nacemos, sino de una cualidad que podemos desarrollar y potenciar.
La capacidad para la empatía empieza a desarrollarse en la infancia.
Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que les enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a descubrir y comprender los de los demás.
Si los padres no saben mostrar afecto y comprender lo que sienten y necesitan sus hijos, estos no aprenderán a expresar emociones propias y por consiguiente, no sabrán interpretar y sentir las ajenas.
De ahí la importancia de una buena comunicación emocional en la familia desde el principio.
La capacidad para la empatía se desarrollará más fácilmente en aquellas personas que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptadas y comprendidas, han recibido consuelo cuando lloraban y tenían miedo, han visto como se vivía la preocupación por los demás…
En definitiva, cuando las necesidades afectivas y emocionales han estado cubiertas desde los primeros años de vida.
3. Obstáculos que dificultan la empatía
Muchas veces hemos podido preguntarnos por qué la gente no busca apoyo en nosotros o se retraen a la hora de hablarnos de sentimientos.
Existen una serie de barreras que suelen impedir este acercamiento.
Entre los errores que solemos cometer con más frecuencia a la hora de relacionarnos con los demás están esa tendencia a quitarle importancia a lo que le preocupa al otro e intentar ridiculizar sus sentimientos; escuchar con prejuicios y dejar que nuestras ideas y creencias influyan a la hora de interpretar lo que les ocurre; juzgar y acudir a frases del tipo «lo que has hecho está mal», «de esta forma no vas a conseguir nada», «nunca haces algo bien»… ; sentir compasión; ponerse como ejemplo por haber pasado por las mismas experiencias; intentar animar sin más, con frases como «ánimo en esta vida todo se supera»; dar la razón y seguir la corriente….Todo esto, lo único que hace es bloquear la comunicación e impedir que se produzca una buena relación empática.
Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más dificultades para pensar en los demás y ponerse en su lugar.
Por lo tanto, para el desarrollo de la empatía tendríamos que ser capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro.
4. Estrategias para desarrollar la empatía
Es evidente que hay personas que por diversas razones tienen mucha capacidad empática y sin embargo otras, poseen enormes dificultades para entenderse con la gente y ponerse en su lugar.
En cualquier caso, conviene saber que las habilidades empáticas se pueden potenciar y desarrollar:
En cuanto a las actitudes que se deben tener para desarrollar la empatía destacan:
Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios; prestar atención y mostrar interés por lo que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que el otro siente, sino que tenemos que demostrárselo; no interrumpir mientras nos están hablando y evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar consejos en lugar de intentar sentir lo que el otro siente.
Habilidad de descubrir, reconocer y recompensar las cualidades y logros de los demás. Esto va a contribuir, no solamente a fomentar sus capacidades, sino que descubrirán también, nuestra preocupación e interés por ellos.
5. ¿Cómo expresar la empatía?
Hay varias formas de expresar empatía.
Una de ellas es hacer preguntas abiertas. Preguntas que ayudan a continuar la conversación y le hacen ver a la otra persona que estamos interesados por lo que nos está contando.
Es importante, también, intentar avanzar lentamente en el diálogo, de esta forma estamos ayudando a la otra persona a que tome perspectiva de lo que le ocurre, dejamos que los pensamientos y sentimientos vayan al unísono y nos da tiempo de asimilar y reflexionar sobre el tema.
Antes de dar nuestra opinión sobre el tema, debemos esperar a tener información suficiente, cerciorarnos de que la otra persona nos ha contado todo lo que quería y de que nosotros hemos escuchado e interpretado correctamente lo esencial de su mensaje.
En ocasiones los otros no necesitan nuestra opinión y consejo, sino saber que los estamos entendiendo y sintiendo lo que ellos nos quieren transmitir.
Cuando tengamos que dar nuestra opinión sobre lo que nos están contando es muy importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir con nuestros comentarios.
Para esto es muy importante ser respetuoso con los sentimientos y pensamientos de la otra persona y aceptar abiertamente lo que nos está contando.
Es aconsejable tener una buena predisposición para aceptar las diferencias que tenemos con los demás, ser tolerantes y tener paciencia con los que nos rodean y con nosotros mismos.
Aunque ser tolerante no quiere decir que tengamos que soportar conductas que nos hacen daño o que pueden hacer daño a otros, sino aceptar, comprender y respetar las diferencias.
Fuente: www.lechepuleva.es
por Carolina Herrera | Feb 1, 2017 | Uncategorized
Date la oportunidad de entender a tus hijos, pero especialmente, ten la bondad de darle la oportunidad de mostrarse frente a ti sin temor a ser juzgados, más vale entender a nuestros hijos siempre desde lo que son, desde su realidad, su verdad a la luz, que pasar una vida creando una careta para ellos que tarde o temprano caerá.
Para entender a los hijos hay que verlos desde lo que son, no desde lo que queremos que sean… es lo normal que todo padre o madre lo mejor para sus hijos, es decir; que transiten caminos hermosos y que siempre estén rodeados de bienestar, protegidos, seguros y triunfantes en la vida, de esta manera, desde temprana edad, comenzamos a sembrar en ellos, lo que “para nosotros” puede representar una vida exitosa, una familia, una profesión, un buen trabajo… y así vamos construyendo un sistema de creencias para ellos basado en el nuestro y en nuestros conceptos de felicidad, éxito, convivencia, etc.
En el día, como padres, nos damos cuenta que cada hijo es distinto, que es único, y que esa individualidad nos demuestra que tienen ya un carácter, o un temperamento, o cierta voluntad… los hijos, muchos de ellos tienen desde siempre una misión a nivel espiritual, preferencias y gustos que a veces se fortalecen por su entorno y otros tantos que existen a pesar del mismo.
Sin embargo, de pronto sucede que no logramos entender en lo que los hijos se van convirtiendo, y creemos que al crecer cambiaron de pronto y que han perdido su esencia y esto sucede porque no nos permitimos entenderlos desde lo que en verdad son y no desde aquello en lo que deseamos se conviertan.
Para algunos padres (por cultura, costumbre, edad…) resulta difícil entender a los hijos desde sus propios deseos, especialmente cuando no compaginan lo que para cada padre significa estar dentro del deber ser, o de lo moral, o desde aquello que pensamos es correcto, sin embargo; debemos saber que si no procuramos acercarnos a nuestros hijos desde su propia realidad, sino desde la nuestra, jamás llegaremos a conocerlos realmente, de allí que tantos padres, tarde o temprano se vean sorprendidos por acciones y actitudes de sus hijos, que jamás imaginaron. Para evitar esto es vital estar cerca de los hijos, estar presente y poner atención con la mente y el corazón a su voluntad, a sus deseos, no a los caprichos sino a lo que mueve su alma. Si escuchamos a nuestros hijos en lo que consideramos no tiene importancia, estarán dispuestos a hablar con nosotros sobre lo que ellos consideran importante.
Las personas solemos llenarnos de prejuicios, lo fácil es dejarnos llevar por la sociedad y por aquello que parece correcto, más no debemos olvidar que cada persona es un ser y nuestros hijos, lejos de convertirse en una extensión nuestra o en lo opuesto a lo que somos, deben buscar su propio rumbo, enfrentar sus temores, sus debilidades y sus deseos, aprender a manejar sus emociones y esto solo es posible cuando se dejan fluir.
Resulta contradictorio, como muchos padres terminan convirtiéndose en los principales enemigos de sus hijos, llegan a niveles tan profundos de incomprensión, que no logran descifrar lo que ven con sus propios ojos, y es que tu hijo clama a gritos que le aceptes, que le reconozcas, desde lo que es, sin querer cambiarlo, que puedas llegar a compartir parte de su esencia y a admirar sus detalles, que lo ames sin prejuicios y sin comparaciones, que le des la oportunidad de decidir en que se quiere convertir en su propia vida.
El camino que elijan los hijos, puede resultarnos no fácil de aceptar, sin embargo, será aún más doloroso si jamás llegamos a entenderlos, si en nuestra lucha por idealizarlos, nos distanciamos, creamos una muralla entre ellos y nosotros y únicamente vemos lo que deseamos ver de cada uno de ellos.
Date la oportunidad de entender a tus hijos, pero especialmente, ten la bondad de darle la oportunidad de mostrarse frente a ti sin temor a ser juzgados, el deseo de que sea tal o cual persona, tarde o temprano será solo eso, un mero deseo, más vale entender a nuestros hijos siempre desde lo que son, desde su realidad, su verdad a la luz, que pasar una vida creando una careta para ellos que tarde o temprano caerá.
“Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.”
Khalil Gibran
Fuente: www.mamanatural.tv
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