Las constelaciones familiares, son en primer lugar, una experiencia emocional, transformadora, intensa y vivificante. Después de asistir a un taller de Constelaciones Familiares es difícil que se pueda volver a mirar y sentir la vida como antes.
A ello añadiré que técnicamente son un tipo de Psicoterapia Sistémica Familiar, desarrollado por BERT HELLINGER (teólogo, pedagogo y psicoanalista), a partir de otras muchas técnicas de carácter psicoterapeútico y también de ritualización ancestral que el ser humano ha utilizado desde su aparición sobre la faz en la tierra para comunicarse con esa parte propia que no es tangible, llámese psique o alma, o pensamiento, o…
Como terapeuta mantengo que las personas hacemos lo mejor que sabemos en nuestras vidas y con nuestras vidas. A menudo hay conflictos que se nos resisten y que arrastramos durante mucho tiempo sin poder reconducir. ¿Somos torpes, entonces? ¡No! seguramente, la raíz de esos comportamientos o problemas se hallen en nuestro subconsciente, elemento muy poderoso al que no solemos dar el peso ni la importancia que tiene. Y como están ahí escondidos y latentes, nunca llegamos a darles solución. Y así van pasando los años y vamos perdiendo la oportunidad de ser felices… Y repetimos una y otra vez los mismos patrones de conducta (los mismos conflictos en diferentes trabajos o con distintas parejas, inseguridades, problemas económicos, adicciones, ansiedad, miedos, fobias, incluso problemas de salud…).
Las Constelaciones Familiares es uno de los métodos más rápidos y efectivos que hay en estos momentos en el panorama terapéutico para ver de forma muy precisa bloqueos, creencias limitadoras, lealtades ocultas, amores ciegos…etc. que se encuentran en nuestro subconsciente. Hacen su trabajo al margen de nuestra voluntad consciente y ayudan a mantener y sostener nuestros problemas; se diferencia de otros procedimientos por su eficacia y rapidez (si bien no exime al cliente de su responsabilidad y puesta en práctica de su compromiso posterior), por lo que cada vez más psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas se interesan por las Constelaciones Familiares como herramienta terapéutica según el asunto a tratar.
En una Constelación Familiar, de duración más o menos de una hora, sale a la luz y se aborda el verdadero motivo causante del problema presentado por el cliente. La mayoría de los problemas psicológicos, vienen de nuestra historia y relación familiar. El niño, por amor ciego y lealtad al sistema, por querer ser querido y tener un lugar de dignidad en su familia, adopta INCONSCIENTEMENTE comportamientos, creencias, y soporta cargas que le dificultarán la vida de adulto.
En la Constelación Familiar observamos de inmediato la dinámica que causa el sufrimiento y, si se dan las circunstancias apropiadas, la corrige en el mismo momento. En la familia, el orden del Amor tiene que ser respetado; por ejemplo, que los padres sean padres y los hijos sean hijos, (¿cuántas veces hemos visto a hijos ejercer de padres de sus propios padres?). Estos son los precios que los hijos pagan gustosamente, porque los hijos por amor a los padres se sacrifican a través del amor ciego que sienten hacia ellos. Pero este “desorden” con el tiempo trae desequilibrio y dinámicas difíciles que hay que reorganizar.
En las Constelaciones Familiares también nos preguntamos qué personas del sistema familiar están siendo excluidas (niños que murieron, parejas anteriores, abortos, suicidios, etc.). Estas personas tienen que ser reintegradas porque, si no, la consecuencia, es que otras (descendientes) las representen o sufran los efectos… Porque una de las Leyes del Amor que observó Hellinger es que en la familia NADIE DEJA DE PERTENECER bajo ninguna circunstancia y a todos hay que respetarles su lugar.
También miramos sistemáticamente los hechos más importantes o más profundos de la familia (parejas anteriores y actuales, violaciones, abortos, suicidios, muertes prematuras, enfermedades, hijos conflictivos, hijos adoptivos, etc.). Entonces, con mucho respeto y consideración, movemos las imágenes familiares que son determinantes, dándoles a las personas representadas el orden que les corresponde citando frases concentradas sanadoras. Cuando un miembro del sistema se mueve, todos los demás se recolocan a su vez, encontrando una mejor armonía. De esa forma iremos observando como el cliente interioriza poco a poco, movimientos de solución y movimientos hacia la vida.
Observamos como en cada familia hay un “Alma Familiar Real”, una conciencia en el inconsciente, que tiene su influencia hacia el individuo y que se intuye a través de la fuerza que une y dirige las vivencias, los guiones y los destinos de las personas que pertenecen a este sistema familiar y que lo hace conforme a ciertas leyes, es decir a ciertos “Ordenes del Amor” que tienen que ser respetados para que el Amor se logre. Las personas aún y cuando creen que se realizan como individuales, éstas, están “siendo leales” a movimientos más amplios de su sistema familiar.
El biólogo RUPERT SHELDRAKE habla de campos morfogenéticos y afirma que la memoria está en el ambiente, en el contexto, en la forma en la que cristalizan las estructuras y los procesos, y que esta memoria puede ser captada”. De ahí que en la constelación los representantes puedan acceder a los registros emocionales de las personas que representan de una manera tan fluida y natural.
El alcance del trabajo de Constelaciones Familiares no se limita a la persona que ha hecho su Constelación, sino también a su sistema familiar, ya que cuando un miembro del sistema se mueve, todos los demás se recolocan encontrando un mejor equilibrio, llegando sus efectos a las personas vinculadas al sistema con el que hemos trabajado. Asimismo, también afecta al resto de participantes del taller, ya que muchas problemáticas son comunes y nos ayudan a darnos cuenta de dinámicas parecidas en nuestro entorno.
Una Constelación Familiar sigue teniendo efectos y sigue moviendo los hilos profundos del Alma Familiar aún después de mucho tiempo.
Es un trabajo para nuestra prosperidad. Para poder disfrutar más de lo que ya poseemos, para estar abiertos a nuevas riquezas. Para disfrutar más de nuestro trabajo y del “camino” que recorremos cada día en pos de nuestros proyectos e ilusiones. Nos olvidamos que ése debería ser un camino de placer y facilidad y las constelaciones nos lo recuerdan en cada trabajo y cada experiencia.
Fuente: blog.espaciolunaroja.es
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