Por Yolanda Calvo
Una indicación frecuente en Mindfulness es ‘observa tu respiración’, ‘observa los pensamientos que aparecen’, ‘observa las emociones’… Y una pregunta que me hacen también con frecuencia es ¿qué es observar?
Observar es mirar con atención, poner nuestra plena atención en algo. No es pensar en lo observado, es poner la atención en esa sensación, en esa experiencia.
Por ejemplo, al mirar una flor, la mente lo que hace es comentar:
“mira eso es blanco, ahí hay un tono rosa, es una orquídea, me pregunto si este color es natural o es modificado genéticamente, ¿se la habrán regalado o la habrá comprado? Mi vecina Puri tiene también orquídeas. ¿Costará mucho cuidarlas? Dicen que no, pero a mí no se me dan bien las plantas… claro que no se me da bien nada, soy un desastre. El otro día mi jefe me miró como pensando ‘¡qué desastre!’, me tiene en el punto de mira…”
… y así sin parar, empieza con una cosa, encadena con otra y con otra y con otra. Sin embargo, si la observamos, con la mente en silencio, vemos las luces, las sombras, los colores, los tonos, el volumen, observamos cuándo aparecen esos nombres, esos pensamientos en la mente, y volvemos a centrarnos en la sensación, en la percepción… y en un punto, con la mente en silencio, sentimos también la vida, la Presencia en la flor, nuestra atención es tan presente, que sentimos la presencia de la planta.
O al recorrer el cuerpo, la mente dice cosas como “los pies… ¡ay! están fríos ¡qué desagradable! siempre tengo los pies fríos, no creo que pueda concentrarme con estos pies tan fríos… (la grabación sigue adelante y llega a las piernas) ¡Ah! ¡Las piernas! ¡Uy! tengo agujetas, me he pasado en el gimnasio… por cierto, debería pasarme por esa tienda de deportes y comprarme unos pantalones nuevos para el gim… claro, que este mes ya mejor no, voy a esperarme a cobrar… que cada vez el dinero me cunde menos, parece como si te fueran bajando el sueldo, ¡vaya mierda!…” y así, otra vez, encadenando un pensamiento con otro, y con otro, y con otro…
Sin embargo, desde la conciencia que observa se sienten las sensaciones en las diferentes partes del cuerpo, sin enjuiciarlas, el frío es frío, sin más, una sensación, y cuando aparece el rechazo, se observa el rechazo, uno es consciente del rechazo, y es consciente de dónde se siente en el cuerpo ese rechazo (que no estará en los pies). ¿Te has dado cuenta que cuando rechazas algo no eres consciente de que lo estás rechazando? Desde la conciencia que observa las sensaciones del cuerpo sentimos la vida vibrando en el cuerpo, nos conectamos con la vida y con el Ser.
Observar es un estado de alerta, presente y sereno, en el que la conciencia está despierta y percibe todo, con plena aceptación, sin juicios, sin críticas.
Observar es empezar a despertar.
Observa, sea lo que sea lo que haya. Observa.
Eres la presencia atenta y serena que observa.
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