Vivimos en un mundo en el que cada vez más personas están deprimidas y no sólo eso, sino que sienten que su depresión no tiene sentido y que la vida misma carece de significado.

Una de las principales razones por las que tantas personas están deprimidas es porque piensan -siguiendo el dictamen sociocultural dominante- que deben de buscar la felicidad a toda costa y que la tristeza y la depresión son cosas no sólo que deben evitarse siempre sino que determinan que son inadecuados o que han fracasado en la vida.

Como una ráfaga de aire fresco, en este sentido tenemos las palabras de uno de los más grandes maestros budistas del siglo XX, Chögyam Trungpa, quien escribió que «la depresión es la energía más digna que existe». Desde la perspectiva budista, el mundo en el que vivimos -el samsara- tiene la condición natural de ser insatisfactorio, ya que tenemos deseos de ser felices en un mundo impermanente (donde la norma es la muerte, la vejez y la enfermedad).

Así, la depresión es una manera de percibir esta realidad un tanto abyecta en la que vivimos, mirar las cosas como son y no engañarnos pensando que podemos tener una felicidad duradera persiguiendo nuestros deseos materiales o personales. Por otra parte, según Trungpa, en la depresión hay una cierta fuerza o energía que puede utilizarse justamente para despertar, para cambiar este estado y alcanzar el estado de liberación del mundo condicionado por esta dinámica del sufrimiento.

En otras palabras, la depresión puede ser el primer paso para transformar esta energía de insatisfacción inherente en sabiduría –entendiendo que el mundo samsárico es deprimente y que no hay salida más que renunciando al mismo samsara. En otras palabras, la depresión puede ser el motor de un cambio verdadero, más allá del hedonismo y la frivolidad hacia aquello que realmente haga feliz a nuestra alma o espíritu. Como dijera James Hillman, «el alma te enferma hasta que no obtiene lo que quiere». La depresión es una comunicación de la profundidad de nuestro ser.

Trungpa escribe:
La depresión es una energía muy poderosa, una de las energías más comunes que existen. Es energía. La depresión es como un tanque de oxígeno, pero está todavía embotellado. Es un fantástico banco de energías, mucho más que la agresión o la pasión, las cuales primero se desarrollan y luego se liberan. Éstas son en cierto sentido más frívolas, mientras que la depresión es la energía más digna de todas…

La depresión no existe en el vacío solamente, tiene todo tipo de cosas inteligentes que están pasando en ella. Básicamente la depresión es extraordinariamente interesante y es un estado altamente inteligente del ser. Por eso es que estás deprimido. La depresión es un estado mental de insatisfacción para el cual sientes que no tienes salida. Así que trabaja con la insatisfacción de la depresión. Lo que sea que está allí es extraordinariamente poderoso. Tiene todo tipo de respuestas, pero las respuestas están ocultas. Así que de hecho creo que la energía de la depresión es una de las más poderosas. Es una energía enormemente despierta, aunque probablemente la sientes como soñolienta.

Fuente: culturainquieta.com

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