Vivir con migrañas es un desafío complejo, que va mucho más allá del dolor de cabeza ocasional. La migraña es una enfermedad neurológica incapacitante que afecta al 12% de la población mundial. En Chile, esto se traduce en aproximadamente 2.200.000 personas que padecen migrañas, siendo tres veces más frecuente en mujeres. A nivel global, la migraña es la octava enfermedad más incapacitante, y en Chile ocupa el décimo lugar en términos de años vividos con discapacidad, según la OMS.

A pesar de estos impactantes números, la migraña ha sido una enfermedad subestimada, recibiendo una atención insuficiente en comparación con sus efectos. Es crucial visibilizar la migraña como una enfermedad invalidante, que no solo afecta la salud física, sino también el bienestar emocional y la productividad en el trabajo.

Uno de los mayores desafíos para quienes vivimos con migrañas es la falta de comprensión tanto en el entorno social como en el entorno laboral. Muchas veces, los síntomas de la migraña son invisibles para los demás, lo que puede llevar a una falta de empatía y a malentendidos sobre la verdadera gravedad de esta condición. Esta falta de comprensión añade una carga adicional a quienes ya están lidiando con el dolor y el malestar, haciendo que la experiencia en el trabajo sea aún más difícil.

Es fundamental que los entornos laborales desarrollen una visión más empática y comprensiva hacia las personas que sufren de migrañas. Claramente esto es un trabajo a largo plazo, por lo que, si eres una persona que tiene migrañas, aquí te comparto algunas estrategias que pueden ayudarte a manejar mejor la situación:

1. Sigue las indicaciones de tu médico(a) tratante: toma tu medicación frente a las primeras señales, recuerda que al hacerlo de forma oportuna puedes detener el proceso migrañoso con mayor efectividad.

2. Visibilización y comunicación: Hablar abiertamente sobre la migraña en el lugar de trabajo es esencial. Informar a tus superiores y colegas sobre la naturaleza de esta enfermedad puede generar un entorno más comprensivo y facilitar ajustes que permitan trabajar de manera más efectiva.

3. Establece metas realistas: Difícilmente podrás realizar todo lo que te propongas. Establece metas realistas, priorizando tareas y reconoce tus propios límites. Planifica tomando en consideración que no te encuentras al 100%.

4. Toma descansos regulares: Pequeños descansos durante el día pueden ayudarte a recargar energías y reducir la tensión que podría desencadenar una migraña. Estos descansos son esenciales para evitar la sobrecarga sensorial.

5. Crea un ambiente de trabajo cómodo: Ajusta tu espacio de trabajo, en la medida de lo posible, para minimizar los desencadenantes, como luces brillantes o ruidos fuertes. Pequeños cambios en el entorno pueden tener un gran impacto en cómo te sientes a lo largo del día.

Visibilizar la migraña y promover la empatía en el entorno laboral no solo es crucial para mejorar la calidad de vida de quienes vivimos con esta enfermedad, sino también para construir lugares de trabajo más inclusivos y comprensivos.

Recuerda que la migraña es más que un dolor de cabeza, no esperes rendir como un día sin dolor.

Por Carolina Herrera Troncoso| Psicóloga Clínica

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