Valores fundamentales para los niños en los estudios
La perseverancia es uno de los valores que destacan quienes alcanzan éxitos en su vida. Como padres, sabemos de la gran importancia de la constancia en los estudios de nuestros hijos y, a veces, el hecho de que la desarrollen para que obtengan los resultados necesarios, se convierte en nuestro principal caballo de batalla.
Ahora bien, detengámonos un momento a reflexionar las formas de conseguir que los niños establezcan la perseverancia como un valor natural para lograr éxitos en los estudios.
La perseverancia: un valor fundamental para los niños en los estudios.
Recientemente leí un estudio realizado por la Universidad de Chicago con diferentes grupos de personas en el que se buscaban las claves de la perseverancia. En los grupos tratados, quedaba claro que el motor principal de la constancia es el disfrute, incluso por encima del dinero. La persona persevera en sus objetivos, cuando se interesa por la tarea al punto de perder la noción de lo que le rodea y, en un grado menor, también persevera cuando no se aburre en el camino.
Como padre, ¿te suena escuchar -¡Me aburro!- cuando tu hijo o hija se encuentra frente al libro de texto estudiando? Conozco bastantes profesores vocacionales que realmente se esfuerzan por hacer amenas la tareas de aprendizaje de los niños, pero tenemos que tener en cuenta lo siguiente: a lo largo de su formación, los niños van a tener que enfrentarse muchas veces al estudio de materias o conocimientos que no les van a resultar gratos o que son difíciles, y van a necesitar mantener la constancia para avanzar en su preparación.
Por tanto, este sentido del disfrute no tenemos que buscarlo solo en la materia en sí, que también es necesario hacerlo, sino en el desarrollo de una gratificación o satisfacción interna que va ayudar al niño a desarrollar la perseverancia para toda su formación.
Como padres, nosotros podemos aportar que los niños puedan aprender a encontrar el disfrute en sentir su propio avance, así como la conquista y superación de los obstáculos.
Refuerzo positivo para que los niños consigan perseverar
¿Cómo podemos hacerlo? Mediante la valoración de su trabajo y sus logros. Cuando los niños son más pequeños, esta valoración seguramente necesite de alguna clase de premio: «Cuando acabes de hacer los deberes, puedes ver los dibujos un rato». El niño inicialmente hará los deberes o estudiará porque sabe que después vendrá el premio.
Pero el objetivo final es que el niño persevere porque quiera conseguir esa satisfacción interna; es decir que se sienta contento de terminar las tareas, de hacerlas bien y de lograr superarse cada día en el estudio. En definitiva, el fin será que sienta la satisfacción de comprobar cómo mejora cada día y de ver cómo nosotros, sus padres, junto con profesores, nos sentimos satisfechos con sus logros y los valoramos: ¿Te das cuenta de lo bien que te ha salido este trabajo? Mira qué buena nota que te ha puesto el profesor. Está fenomenal cómo conseguiste superar esta dificultad o esta otra, y cómo lo conseguiste con tu esfuerzo.
Es difícil que un niño no se sienta contento y dispuesto a repetir este mismo esfuerzo perseverante en el futuro con comentarios de este estilo por parte de su padre o su madre.
Enseñar a los niños a perseverar y superar los obstáculos.
Perseverar suele llevar implícito el hecho de superar obstáculos. Puede ser que a veces al niño no le apetezca estudiar, porque su pensamiento está puesto en el juego, o bien porque la materia le resulte difícil; o quizá sea porque no haya atendido en clase y se encuentra perdido con respecto a lo que hay que hacer para realizar la tarea.
Los obstáculos pueden ser de diferentes clases, pero algo que ayudará a solventarlos es el diálogo, la comunicación con el niño para darle el espacio para contar lo que está pasando. Si vemos que está estancado o desganado, podemos hablar con él para saber en qué podemos ofrecerle nuestro apoyo. Ayudar a nuestro hijo en el estudio nunca significa que le hagamos los deberes, sino que le ayudemos a encontrar lo que necesite para poder hacerlos él mismo: quizá sea una explicación, o ayudarle a organizar las prioridades del estudio de la materia, o guiarle para hacer esquema o un resumen. En fin, se trata de apoyarle para que sea capaz de avanzar por sí mismo.
Fomentar la perseverancia en los estudios en nuestro hijo no solo es algo que le reportará beneficios en su formación académica, sino que se convertirá en un valor con el que consiga obtener algunos de los logros que le van a proporcionar una vida plena como adulto.
Fuente: guiainfantil.com
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