El ideal de belleza es tan lejano a nuestra situación actual, que nuestra imagen está por los suelos. Pero no tiene por qué ser así siempre.

¿Empezaste el año con el bonito propósito de bajar cinco kilos o recuperar la talla 40? ¿Te has propuesto ir al gimnasio a diario para esculpir tus brazos o tu abdomen? Seguramente ahora que se acerca el final de enero los buenos propósitos se han ido desvaneciendo o posando nuevamente en las profundidades de tu hipocampo, vamos que ya casi ni te acuerdas.

Si por enésima vez estás tratando de aceptar lo difícil que es batallar contra el propio cuerpo y sus costumbres te vendrá bien saber que lo más saludable que podemos hacer es cambiar la mirada hacia el cuerpo. Seguramente lo que te va a hacer sentir infinitamente mejor no sea bajar esos kilos sino transformar lo que te dices a ti misma y, sobre todo, pensarte con agradecimiento.

¡Deja de criticar tu cuerpo! es el consejo de Pamela Keel, profesora de la Universidad de Florida. Su equipo de investigación ha probado un sencillo programa que fomenta la aceptación del cuerpo y ha obtenido resultados espectaculares.

Keel es experta en la insatisfacción con la imagen corporal, ese problema omnipresente en occidente y muy especialmente entre las mujeres jóvenes. Como ya explicó Naomi Wolf en su clásico libro El mito de la belleza, en los últimos 35 años, el tipo de cuerpo ideal, que se muestra repetidamente en las imágenes de los medios, se ha vuelto prácticamente inalcanzable para la mayoría de las personas.

La talla media de las modelos y misses disminuyó drásticamente desde los años setenta y no parece haberse recuperado aún.

«Hay una gran brecha entre lo que se nos muestra como ideal, a qué aspirar y dónde estamos realmente como población», afirma Keel. «Eso hace que las personas, especialmente las mujeres, se sientan mal consigo mismas y, desafortunadamente, sentirse mal acerca del propio cuerpo en realidad no motiva a seguir un comportamiento saludable.”

The Body Project, reprográmate para quererte más

Para ayudar a que la gente se sienta mejor consigo misma han desarrollado y adaptado un programa de reestructuración cognitiva y exposición conductual llamado: «The Body Project» con otros investigadores de las Universidades de Oregon y Texas.

Se trata de exponerse ante el espejo con poco o nada de ropa, algo que inicialmente puede ser muy incómodo, e ir nombrando los aspectos positivos. Cosas como agradecer que tus piernas te llevan a donde haga falta a diario.

Dirías: «realmente agradezco como mis piernas me llevan a donde sea que necesite ir. Todos los días, sin excepción, me sacan de la cama, suben las escaleras, me llevan al metro y luego entran en la Universidad. No tengo que preocuparme por caminar». Otra persona puede apreciar la apariencia de una característica del cuerpo como la piel o la forma de los hombros o el cuello.

La clave está en agradecer todo lo que el cuerpo hace bien por si mismo, celebrar que se puede bailar, correr, o acariciar.

Este enfoque, al centrarse en las cosas positivas en lugar de destacar las negativas, ayuda a transformar los sentimientos de las personas sobre sus cuerpos. Aunque parezca muy forzado, realmente el mensaje que envías a tu cuerpo es una potente herramienta de cambio.

Cuanto más lo agradeces y aceptas, más fácil te va a resultar cuidarte y sentirte bien. Me recuerda a las sabias palabras de una querida amiga: “nunca, nunca hables mal de ti misma ni de tu cuerpo”.

En el mismo proyecto también animan a las personas con dificultad a hacer actividades específicas que suelen evitar, como no ir a nadar en verano o no usar pantalones cortos cuando hace calor. «La mayoría de las personas experimentan una sensación de libertad cuando se dan cuenta de que no pasa nada malo si usan un traje de baño o pantalones cortos en público: todos están completamente de acuerdo con esto. Esto refuerza la aceptación del cuerpo a través de la experiencia».

Keel dijo que la investigación ha encontrado que las estrategias funcionan, y los beneficios van más allá de la mejora de la imagen corporal.

«Descartar esos ideales corporales inalcanzables mejora tu estado de ánimo, tu autoestima, reduce la alteración de la conducta alimentaria y el riesgo de conductas autodestructivas».

Yendo un poquito más allá, otro artículo recién publicado en la revista Body Image ha recogido cinco estudios diferentes que demuestran como estar al aire libre o caminar en la naturaleza directamente ayuda a sentirse mejor con la imagen corporal.

Ya se había demostrado que estar al aire libre en ambientes naturales mejora la salud mental y física, pero esta nueva investigación evidencia que la exposición a esos entornos naturales también puede promover una imagen corporal positiva y ser más críticas con el ideal cultural. Simplemente pasar tiempo en un ambiente natural resultó en una apreciación corporal significativamente más alta.

Según Viren Swami, profesora de Psicología Social en la Universidad Anglia: «un entorno que no requiera una atención total puede brindar a las personas tranquilidad cognitiva, lo que a su vez puede fomentar la autocompasión, respetar su cuerpo y apreciarlo como parte de un ecosistema más amplio que requiere protección y cuidado. Es posible que la exposición a entornos naturales con profundidad y complejidad restrinja los pensamientos negativos relacionados con la apariencia. Más específicamente, los entornos naturales mantienen su atención sin esfuerzo, un proceso conocido como ‘fascinación suave. Esto a menudo va acompañado de sensaciones de placer, como cuando te atrae la visión de la puesta de sol”.

Estando en el bosque o en el campo dejas de preocuparte tu talla o tus kilos, tu atención espontáneamente se dirige a otros lugares y finalmente el resultado es más placer y bienestar y satisfacción con el propio cuerpo.

Lo dicho: deja de pensar en como machacar tu cuerpo este año. En vez de eso agradécele todo el disfrute que te puede dar y aprovecha para salir al campo, bosque o monte siempre que puedas. ¡Los resultados son inmediatos!

Fuente: mentesana.es

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