El estilo de crianza positiva es un estilo de crianza que se basa en el respeto a los hijos, en criar con amor y, sobre todo, en hacerlo a través de una conducta no violenta. En la actualidad existe una voluntad de muchos padres para la crianza de los hijos no violenta, pero en muchas ocasiones los padres necesitan apoyo, asesoramiento y herramientas para gestionar los retos y conflictos de la vida familiar en el día a día de forma positiva y no violenta.

¿Qué es y en qué consiste la crianza positiva?

Crianza positiva en la familia

No es sencilla encontrar una definición de crianza positiva, pero da igual el idioma en el que se hable o el lugar donde te encuentres, en la crianza positiva se trabaja con los mismos objetivos y los padres comparten una visión común: utilizar el cariño como base de la educación.

La crianza positiva fomenta la relación entre padres e hijos basada en el respeto mutuo, ayudar a que los pequeños se desarrollen de forma adecuada, y que además los hijos se críen para que sepan relacionarse con los demás de forma no violenta y constructiva. Es importante elogiar el buen comportamiento, estableciendo normas claras, escuchar a los hijos realmente, trabajar en equipo y por supuesto usar la disciplina positiva en lugar del castigo psicológico o físico.

Por tanto, la crianza positiva es la crianza que reconoce a los niños como individuos con derechos que se deben respetar.

Cómo conseguir crianza positiva en el hogar

Aunque a continuación leas algunos tips para conseguir una crianza positiva en el hogar, debes recordar que es un estilo de vida, unas creencias que se deben tener y respetar en la familia y sobre todo, tendrás que olvidarte de la disciplina negativa en tu hogar.

– Sé un buen ejemplo. Los niños necesitan el ejemplo de sus padres. Si tu hijo es testigo de relaciones amables y respetuosas en el hogar, serán más propensos a adaptar esos mismos valores.

– Entender la personalidad de tu hijo. Cada niño es diferente y pueden necesitar diferentes tipos de orientación para adaptarse a su personalidad. Por ejemplo, un niño muy activo y testarudo necesitará otro enfoque de disciplina positiva que un niño más tranquilo y reservado.

– Piensa en las necesidades detrás del comportamiento. Si tu hijo está saltando en el sofá es porque necesitará quemar energía o quizá porque has estado trabajando demasiado y quiere llamar tu atención o simplemente porque se aburre.

– Ayuda a tu hijo a expresar sus sentimientos. Es muy importante para que la comunicación funcione en una familia al que todos sepan y se enseñe a los niños a expresar los sentimientos y también a compartirlos antes de que sean difíciles de controlar.

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