Existen múltiples recomendaciones que podemos considerar al momento de salir de vacaciones para que éstas nos ayuden efectivamente a descansar y sean provechosas, ya sea decidamos salir de viaje o quedarnos en casa. Quisiera compartirles algunas a continuación:
1) Diseñar horarios y ciertas rutinas de autocuidado: Es natural que si existe un alto nivel de cansancio acumulado, queramos destinar algunos días a dormir hasta tarde y no programar nada más que estar en cama todo el día, pero a la larga si esto continúa, puede traernos más cansancio, ansiedad e incluso desmotivación anímica.
Por esto, podemos crear un horario un poco más holgado para el descanso en vacaciones, pero que se mantenga como parte de nuestra rutina, por ejemplo, levantarse a las 9.30 am todos los días y dormir una siesta breve luego de almorzar. Además, es clave incluir dentro de nuestras vacaciones actividades que nos aporten a nuestra salud física o mental, y que podamos incluirlas a nuestro horario del día a día, por ejemplo, salir a andar en bicicleta o realizar algún deporte, pasear al aire libre en contacto con la naturaleza, leer un libro de nuestro interés, aprender a cocinar una nueva receta, jardinear, tomar un curso para desarrollar alguna destreza específica (yoga, tai chi, pintura, etc.), entre muchas otras iniciativas que aportarán a nuestra calidad de vida.
2) Sacarse el pijama !! Recuerden que “hay un mundo allá afuera”: Si bien un día a la semana puede ser dedicado a ver series, estar en el computador y descansar en pijama todo el día, psicológicamente este encierro nos traerá mayor sensación de cansancio y aislamiento, además de limitar nuestras posibilidades de aprendizaje y crecimiento. Por esto, es clave comenzar con una buena ducha, cremas, auto cuidado corporal para sentirnos atractivos y empezar bien el día, para luego planificar actividades fuera de casa. En esta temporada existen muchas ferias, eventos, charlas, seminarios, obras de teatro y distintos panoramas que pueden ser muy entretenidos, hay que animarse.
3) Regular el uso de pantallas y conexión a la tecnología: Si estamos de vacaciones es ideal desconectarse de los mails laborales, informes o tareas. Si algo quedó pendiente, es mejor organizarse y planificar uno o dos días para trabajar y luego tomar las vacaciones de verdad, en vez de trabajar “un poquito” todos los días.
Distinto es si nuestra intención es aprovechar las vacaciones para reforzar o nivelar aprendizajes para que cuando volvamos a estudiar o trabajar nos sintamos mejor preparados frente a los temas que estábamos débiles. Muchas personas dedican parte de sus vacaciones a tomar cursos de perfeccionamiento, estudiar idiomas u otros temas, lo clave es encontrar un balance para que exista de todos modos momentos de descanso y recreación que nos permita disfrutar y recargar energías.
En general, para poder descansar de forma efectiva, se recomienda no utilizar pantallas (computador, televisión, videojuegos, celular, ipad, etc…) más de 2 horas al día y regular las veces que estoy atento al celular (por si llegó mensaje, mail o apareció algo de facebook). Lo ideal es ponerse un horario para revisar el celular y en vacaciones mantenerlo más bien delimitado para marcar una diferencia con la temporada laboral.
Programar una respuesta automática del mail refiriendo se está de vacaciones y a la vuelta se contestará, puede poner mejores límites y ayudarnos a descansar.
4) Controlar y tomar medidas para mejorar nuestra salud: Empezando el año es un buen tiempo para chequear cómo estamos, aunque no siempre lo tengamos presente, se sugiere visitar oftalmólogo para cambiar lentes al menos 1 vez cada 2 años, hacer limpieza dental 1 vez al año mínimo, al igual que el papanicolao, ecotomografías mamarias o mamografías, chequear nuestros niveles de colesterol, azúcar y otros, nos pueden ayudar a detectar a tiempo algunos trastornos y darles la atención que requieren. Por otra parte, una visita al nutriólogo o nutricionista nos puede ayudar a revisar cómo estamos alimentándonos y mejorar nuestros hábitos. Más de la mitad de los chilenos sufrimos de sobrepeso, existe bastante sedentarismo y por ende, aumenta el riesgo de sufrir patologías cardiacas, diabetes, entre otras. Tomar conciencia de lo importante de mantener una vida sana desde la alimentación, el ejercicio físico, las horas de sueño, entre otras, puede ayudarnos a comenzar mejor este año con cambios positivos.
5) Ordenar la casa, embellecer y cuidar el lugar donde vivimos: Una conducta saludable es darse el tiempo para revisar closet, bodegas, despensas y nuestra casa en general para regalar o vender aquello que ya no utilizamos, limpiar todo a fondo y revisar si hay algunas mejoras que ayudarían a que nos sintiéramos más cómodos o satisfechos con el lugar en que vivimos, desde armar una huerta pequeña, a cambiar el color de las paredes, o hacer proyectos manuales que nos ayuden a sentir más identidad con nuestro hogar y sentirlo más cálido. El terminar este proyecto nos ayuda a sentirnos más ligeros (acumulando menos) y orgullosos de lo que construimos.
6) Disfrutar de comidas y fomentar un mayor encuentro familiar y social: En vacaciones es ideal darse la pausa necesaria, cocinar juntos o salir a comer a restaurantes, tomar desayuno, almuerzo y cena con sobremesa, donde todos en la familia puedan ayudar y compartir conversaciones que aporten a que se vayan conociendo más, aumente la confianza y los momentos que los unen. Visitar parientes, invitar amigos o retomar amistades que se han dejado de lado “por falta de tiempo” para compartir un café o algo rico acompañado de una buena conversación, es una conducta que aumenta nuestros niveles de bienestar y felicidad.
Por otro lado, es importante facilitar la posibilidad de que nuestros hijos se sigan relacionando con compañeros o que generen nuevos amigos, llevándolo a instancias donde pueda conocer otras personas, invitando a la casa o a panoramas algunos de sus compañeros e incentivarlo a que mantenga el contacto.
7) Si viajamos en nuestras vacaciones, balancear el “conocerlo todo” con el descanso: Es natural que muchas personas quieran aprovechar el tiempo del viaje en tours o recorridos extensos para conocer el destino elegido, pero hay que cuidar no cansarse en exceso, evitar lesiones por sobre exigirse demasiado y reponer energías para que empecemos en mejores condiciones la nueva temporada laboral.
8) Planificar con tiempo y no sobre endeudarse para vacaciones: para disminuir el estrés y la ansiedad, aporta bastante el organizar desde antes tus vacaciones, no solo dónde ir, alojar y qué quisieras hacer, sino también programa un ahorro constante durante el año para no caer en créditos de altos intereses que luego pesarán durante todo el año. Ajusta las vacaciones a tu presupuesto para no generar nuevos problemas.
9) Desarrolla tu curiosidad y sale de tu “zona de comfort”: Las vacaciones son un momento óptimo para aprender, tener nuevas experiencias, atreverse a tomar riesgos moderados que nos saquen de nuestra comodidad habitual y nos lleven a vernos actuar en situaciones que nunca antes imaginamos, hablar con personas desconocidas, intentar hablar un idioma extranjero, adaptarte a costumbres culturales diferentes, entre tantas otras vivencias nos ayudan a aprender más sobre nosotros mismos, valorar lo que existe en nuestra ciudad o país, desarrollar una mayor identidad y reflexionar sobre la vida en si misma, lo cual siempre implicará un crecimiento, además de construir recuerdos que no se olvidarán tan fácilmente y que podrás saborear y acudir a ellos para conectarte con esas emociones positivas cada vez que desees. Por algo existen múltiples investigaciones que avalan que las experiencias impactan mucho más en nuestra felicidad que las cosas materiales.
10) Aprende a disfrutar de la soledad y el silencio: las vacaciones nos dan la oportunidad de no estar rodeado de personas con las cuales trabajamos o estudiamos habitualmente, muchas veces nuestros amigos o parejas incluso pueden viajar y nos quedamos un tiempo más solos, lo cual siempre puede traer beneficios si sabemos apreciar este espacio. Darte el tiempo para reflexionar y tomar conciencia de quién eres, qué te gusta, qué no te gusta y atreverte a hacer aquellas cosas que te hacen feliz como individuo aunque no estés con un otro que te acompañe, puede entregarte una mayor confianza en ti mismo, dominando los miedos, queriéndote y teniendo la posibilidad de revisar qué tan feliz estás contigo mismo y con la vida que has construido, pues esa es la base, los otros vienen a enriquecerla aún más, pero si no estás feliz con lo primero es más fácil caer en dependencias, miedos, ansiedades y dificultades relacionales. Estar solo y pensar en tí puede ayudarte a generar cambios positivos de gran impacto, ver qué es lo que realmente valoras en la vida y qué podrías dejar. De vez en cuando el silencio puede ser una gran ayuda. No huyas de él.
11) Toma un trabajo temporal o voluntariado: El objetivo de trabajar durante las vacaciones va más allá del dinero, muchos estudiantes deciden hacer esto un tiempo para así ahorrar y salir de vacaciones luego o financiar algún proyecto, pero lo que es más esencial es que al trabajar en algo diferente a lo que uno hace habitualmente, se generan nuevas relaciones con otras personas, nuevos aprendizajes y habilidades que pueden servir para toda la vida (responsabilidad, puntualidad, compromiso, amabilidad, etc.). Por otra parte, decidir hacer trabajos voluntarios es un aporte para la vida inmensamente significativo pues la generosidad impacta positivamente no solo a quien la recibe sino mucho más a quien la da.
12) Plantéate objetivos realistas: Muchas veces dejamos mil ideas que queremos realizar para “cuando tengamos tiempo en vacaciones”, pero para evitar estrés y frustraciones es importante colocar metas que sean alcanzables y realizables, sin perder el foco de que las vacaciones nos deben ayudar a recuperarnos del cansancio del año. Si queremos en 3 semanas hacer algún trabajo lucrativo, hacer yoga, ir a la playa, practicar running todos los días, ir a visitar a los familiares, aprender a cocinar, entrar a un curso de inglés, pintar la casa y ordenar a fondo, hacer chequeos de salud anuales, ver amigos o muchos otros proyectos, puede que perdamos el aliento antes de lograrlo… Planifica bien qué deseas hacer con este tiempo, qué decisiones son las que mejor te harían y si te quedan pendientes, dale un valor a eso y organízate para realizarlo de verdad durante el año y no dejarlo olvidado.
13) Prepararse para el regreso: Para que efectivamente lleguemos al trabajo o al estudio con más energía, es clave dejar los días previos para descansar más y acercar los horarios a los que tendremos luego. Por esto no es recomendable aterrizar un domingo de las vacaciones fuera de la ciudad para entrar al día siguiente a trabajar. Hay que prepararse física y emocionalmente para retomar la jornada académica o laboral, empezando a levantarse y acostarse más temprano, teniendo listo con anticipación las compras necesarias para comenzar la etapa (libros, uniformes, cuadernos, ropa de trabajo, etc.) y tener claridad de qué es lo que se viene, cuáles son los proyectos que requerirán mayor atención a nuestro regreso, cuáles son los desafíos, las necesidades y temas que vendrán, pues esto nos permitirá predecir mejor el escenario al cual nos enfrentaremos y manejarlo con menor ansiedad.
Espero que estas ideas puedan ser de ayuda para que estas vacaciones sean gratificantes y traigan buenas experiencias de crecimiento… Anímate e iniciarlas con una sonrisa, es TU tiempo y eres el protagonista de lo que quieres hacer de él. Un abrazo y a disfrutar!!!.
Fuente: www.sanarte.cl (Por Mónica López H.)
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