El diálogo interno negativo afecta a las emociones y a la conducta del individuo, y tiene consecuencias perjudiciales para su bienestar, sus relaciones familiares, sociales o laborales, y su forma de afrontar las circunstancias o los problemas. Para frenar estos pensamientos negativos erróneos, y sustituirlos por un autodiálogo positivo y constructivo, sigue los siguientes pasos:
- Aprende a detectar la relación entre lo que piensas, cómo te sientes y cómo te comportas. Cuando estés experimentando una emoción intensa anota en una hoja qué es lo que la ha desencadenado (como si fuera la captura de una cámara de fotos), qué has pensado, te has dicho a ti mismo, y has interpretado, cómo te has sentido, y cómo has actuado.
- Chequea tus pensamientos y pregúntate si son o no razonables. Un pensamiento razonable es contrastable por la experiencia, no exagera, se expresa en forma de deseo o preferencia, produce una emoción moderada, y nos ayuda a construir o a resolver un problema. Por el contrario, un pensamiento no razonable se basa en suposiciones no demostrables, se expresa de forma dramática (por ejemplo no puedo aguantar, es horrible, qué asco, etcétera), se formula como una exigencia, produce emociones intensas, y nos bloquea la resolución de problemas.
- Indaga sobre los sesgos cognitivos que te han llevado a pensar, sentir u obrar de determinada forma. Observa si en tu autodiálogo existen sesgos como los que hemos nombrado anteriormente que te hagan interpretar la realidad de forma dramática y personalizada.
- Intenta generar un pensamiento alternativo; si los pasos anteriores te han hecho ver que tu forma de pensar no es del todo adecuada, intenta anotar un pensamiento alternativo al inicial, comparando la emoción que te hace sentir este nuevo pensamiento con la que te producía el pensamiento negativo. Para facilitar esta tarea, al principio puedes preguntarte qué le dirías a un amigo que se encontrara en una situación similar, qué datos tienes para pensar de forma contraria, o cómo pensaría una persona a la que tú admiras por su capacidad de gestión emocional en esta mismas circunstancias. No se trata de que te engañes, sino de pensar en forma de posibilidades que se ajusten más a la realidad.
- Solicita ayuda a un psicoterapeuta cognitivo-conductual. Es posible que a pesar de adoptar las estrategias anteriores tú continúes con un autodiálogo interno que te taladra la cabeza. A veces, pueden existir causas subyacentes al mismo, que un terapeuta cognitivo-conductual te puede ayudar a desvelar y comprender. Con este tipo de terapia tu psicoterapeuta te enseñará técnicas para la gestión del autodiálogo interno negativo, que mejorarán tu estado emocional y te ayudarán a que afrontes situaciones problemáticas. Entre ellas destacan la terapia cognitiva de Beck, la terapia racional emotiva de Ellis, el entrenamiento en autoinstrucciones y atribuciones positivas, o la terapia de resolución de problemas y toma de decisiones para problemas psicosociales, entre otras.
Fuente: webconsultas.com
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