Muchas veces se nos olvida a los padres: estudiar no es fácil. Los niños tienen diferentes asignaturas y, de todas ellas, extraen nuevos conocimientos cada día. Su cerebro está en constante aprendizaje y la memoria se vuelve un aliado fundamental.
Tras un largo día en el colegio absorbiendo información, haciendo ejercicios y manteniendo la concentración, los niños llegan a casa y han de seguir estudiando, sobre todo cuando llegan a la educación primaria. ¿Crees que es fácil? La realidad es que no.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a gestionar todo esto? Te damos una serie de consejos para conseguir que al niño le resulte fácil estudiar.
Consejos para lograr que al niño le resulte fácil estudiar
- No presionar: en ocasiones los padres queremos acabar cuanto antes con las tareas escolares. Sucede también que hemos apuntado a los niños a actividades extraescolares y nos empeñamos en que, según salen del colegio, se pongan a estudiar y además, lo hagan rapidito para poder llegar a karate… ¡error! Dejemos que descansen un poco, merienden y, si puede ser, jueguen en el parque un rato y relajen la mente.
- Ejercicio físico: ¿Sabes qué recomiendan para facilitar el estudio? Caminar, dicen los expertos que caminar un rato ayuda a que el cerebro funcione mejor ya que acelera la circulación sanguínea. Si volvéis caminando del colegio a casa, será un momento perfecto para oxigenar el cerebro y prepararlo para el estudio, además charlar de lo que ha ocurrido en el día.
- Respetar los descansos: una vez que el niño comience a estudiar, no podemos pretender que siga haciéndolo durante 2 horas seguidas. Ni rendirá, ni conseguirás que remate bien los deberes, es preferible que trabaje durante 20 o 25 minutos, haga un descanso de 5 minutos y así hasta que termine. Esos breves intermedios servirán para que coja fuerzas y al niño le resulte fácil estudiar.
- Leer en alto: ¿eres de los que habla solo? ¡Enhorabuena! Según los más reconocidos psiquiatras hablar en voz alta ayuda a pensar mejor, a organizar el pensamiento y a superarse a sí mismo. Por lo tanto, leer la lección en alto y que el niño se escuche a sí mismo, le ayudará a estudiar y memorizar mejor.
- No dejar el estudio para la noche: está comprobado que durante la primera mitad del día el cerebro rinde mucho más que durante la segunda. Postergar el estudio para la última hora del día o antes de ir a dormir no merece la pena, al niño le resultará mucho más difícil.
- Utilizar herramientas digitales: podemos aprovechar todo lo bueno que nos brinda las nuevas tecnologías. Dejar que el niño busque en Internet aquello que no sabe, o recuerde las tablas de multiplicar mediante aplicaciones. Estudiar así será mucho más fácil y divertido. ¿Conoces Google Académico? Los resultados que muestra son únicamente enfocados a las materias del colegio o la Universidad, y no muestra otro tipo de resultados. Una estupenda manera de ayudarle en el estudio.
- Hacer esquemas: puede que perdamos una tarde o dos explicándole al niño cómo realizar un esquema, pero la efectividad de los mismos es alabada por maestros y pedagogos. Es una forma visual de resumir el contenido a estudiar.
Fuente: guiainfantil.com
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